sábado, 23 de febrero de 2013


Notícies

           

            La semana pasada hablábamos de la inesperada renuncia de Benedicto XVI y dábamos gracias a Dios por su testimonio; rogábamos, por él y pedíamos al Señor que pudiera sentir próxima su cercanía en el camino de apartarse que ahora iniciaba. Ahora nos corresponde orar para que los cardenales que elegirán al próximo papa abran su espíritu, su corazón y su mente al  Espíritu Santo y que Él nos dote de un nuevo Servidor que haga todo lo posible para que Jesucristo sea, cada día, más conocido, querido, respetado y aceptado en todo el mundo y nos anime, a los cristianos, a convertirnos del mucho paganismo que llevamos encima, y poder decir: Con Jesucristo me basta.

No hay comentarios: