Notícies
La semana pasada hablábamos de
la inesperada renuncia de Benedicto XVI y dábamos gracias a Dios por su
testimonio; rogábamos, por él y pedíamos al Señor que pudiera sentir próxima su
cercanía en el camino de apartarse que ahora iniciaba. Ahora nos corresponde
orar para que los cardenales que elegirán al próximo papa abran su espíritu, su
corazón y su mente al Espíritu Santo y
que Él nos dote de un nuevo Servidor que haga todo lo posible para que
Jesucristo sea, cada día, más conocido, querido, respetado y aceptado en todo
el mundo y nos anime, a los cristianos, a convertirnos del mucho paganismo que
llevamos encima, y poder decir: Con Jesucristo me basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario