sábado, 2 de febrero de 2013


 
El año de la fe: ser cristiano  es orar en lo secreto.

 

Dios es un Padre que ve en los secreto: “Tu Padre que ve en los secreto te recompensará… Tú Padre que está allí, en los secreto” (Mt 6, 4.6)

Seis veces apela Jesús en el Sermón de la Montaña a la expresión “en lo secreto” para referirse al ámbito íntimo de la acción del Padre. Lo secreto es la intimidad del alma, el núcleo `profundo del corazón y la conciencia. El Padre está allí, oye y actúa. En “Lo secreto”, la persona está a solas con Dios. Como dice San Juan: “quien ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1Jn 2, 15).“Quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1Jn 4, 16). 

Es un Padre atento: “Tu Padre sabe lo que necesitas antes que se lo pidas” (Mt 6, 8) 

Nuestro Padre nos conoce mejor que nosotros mismos nos conocemos.  Las palabras de Jesús nos enseñan que Dios Padre no se parece a esos padres terrenos que ignoran lo que les sucede a sus hijos.

Junto a los padres y madres heroicos y santos que tienen un corazón gigantesco, lamentablemente también abundan los padres ausentes de sus hogares, o presentes pero tan desatentos a las necesidades y problemas de sus hijos que parecen floreros de adorno. Abundan los padres que no sólo se han vuelto incapaces de entrever o adivinar las preocupaciones, las dudas y las perplejidades de sus hijos, sino que son, incluso, sordos y ciegos a los problemas que explícitamente aquellos les plantean

Dios sabe “lo que necesitamos”, por supuesto, pero eso no siempre coincide con lo que nosotros pensamos necesitar. Él conoce sin posibilidad de error nuestras verdaderas necesidades (¡algunas de las cuales nosotros mismos desconocemos o no sabemos expresar!), mientras que cuando decimos “necesito”, con frecuencia, esta expresión realmente quiere decir: “creo necesitar” o “deseo”, o “me gustaría”. Dios no responde siempre a nuestros deseos caprichosos o infundados (aún cuando los pidamos), pero siempre lo hace con nuestras verdaderas necesidades. 

Es un Padre asequible:“Cuando oréis, decid: Padre nuestro..” (Mt 6, 9-13).
 
Jesús enseña que nuestro Padre celestial quiere ser interpelado, es decir, que le pidamos. Y por medio del mismo Jesús nos enseña qué pedir y cómo. El resumen más perfecto está en el Padre Nuestro. El Padrenuestro nos enseña, ante todo, que Dios Padre quiere que vayamos a Él y que recurramos a Él en todas nuestras necesidades. Por eso en esta oración se dan cita todas las cosas que podemos necesitar: las materiales (resumidas en el pan), las espirituales (ordenar nuestra relación con Dios, recibir su perdón, aprender a perdonar, etc.). Están allí compendiadas nuestras necesidades temporales y las eternas (se pide la salvación, la eternidad, el reinado de Dios). Están presentes los pecados que precisamos que Dios nos perdone, y nuestro enemigo, el diablo —el Malo—, de quien es menester ser librados.
 

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