viernes, 29 de abril de 2011

El que Vive da Vida.

El Que Vive da Vida




Escrito por: Juan Masiá Clavel [blogger] el 21 Abr 2011 - URL Permanente

MEMENTOS DE MUERTE Y ÁLBUM DE RESURRECCIÓN

Fotos familiares

“Por un memento cualquiera”. subtitulaba el diario Japan Times (Abril, 17) las fotos del reportaje con imágenes de supervivientes del terremoto. Rescatadores, voluntariado y personal de servicios públicos trabajaron cuidadosamente al desescombrar: no querían tirar como basura restos con huellas hogareñas. En el suelo de un gimnasio en Natori, provincia de Miyagi en Japón noreste, se alinean cientos de cajas con miles de fotos y objetos personales recuperados tras la catástrofe. Otros miles de fotografías cuelgan en tendederos improvisados en el mismo local. Una niña huérfana, un hombre viudo o una anciana sin familia recorren con su mirada la exposición a la espera de un recuerdo casero.

La mayoría de estos retratos no serán reclamados por nadie, desaparecidas las familias que los recordarían. Una investigación paciente en computadoras policiales o de registros civiles podrá deducir sus identidades, pero esa memoria externa no reproducirá jamás el recuerdo interno de las personas para las que esas escenas fueron vida cotidiana, lazo íntimo y calor familiar. Las computadoras tienen memoria; las personas, recuerdos: vivimos con y de evocaciones de raíces de vida...

La Biblia, álbum familiar

Se pueden hacer estudios filológicos, histórico-críticos y literarios sobre los textos bíblicos sin necesidad de que quien investiga sea creyente. Pero una lectura creyente, además de tener en cuenta esos estudios y servirse de ellos para enriquecer el estudio de la Biblia “desde fuera”, se pone a la escucha del texto “desde dentro”: desde el seno de una comunidad de interpretación animada por el Espíritu. Con fe en “El que vive y da vida”, recuerdan, transmiten y reinterpretan “Su Palabra”. A la familia reunida, que comenta el álbum de fotos recreando sus escenas, se le convierten “los recuerdos de esperanzas en esperanzas de recuerdos”, como diría Unamuno.

“El Que Vive” da vida: diez instantáneas evangélicas de resurrección

Instantánea 1: Ángeles y Marías

Dos Marías tiemblan ante una tumba entreabierta por terremoto (Mt 28, 1-8), Temen mirar dentro. Voz angélica las calma: “Éste no es el sitio de buscarle. Entró en la Vida y no está aquí. Id al lugar donde os espera, en la Galilea de vuestro día a día”.

Instantánea 2: Irrupción de “El Que Vive” en mitad del camino

Corrían las chicas entusiasmadas camino de la plaza vaticana de san Pedro, mejor dicho, de Jerusalén. Les corta el paso “El Que Vive” y les cambia la hoja de ruta en dirección opuesta, hacia Galilea: “Muchachas, a la rotonda y cambio de carril, rumbo a Galilea: la Galilea de los de fuera, las otras y los otros de otras fronteras; Galilea de naciones, Galilea de libertades, Galilea de injusticiados y empobrecidas, Galilea de hombres y mujeres con derecho a vivir como personas... Y, de paso, decid a mis amigos -Pedro, Santiago, Juan y compañía- que no se dejen engañar por el navegador multinacional, que descuelguen el Marcos o el de Mateo para no extraviarse” (Mt 28, 9’10).

Instantánea 3: En la Curia, firman un cheque

En las pantallas de vigilancia del servicio de seguridad registraron la conversación de “El Que Vive” con las mujeres. Porque las tenían muy fichadas. “Pobres, mujeres y encima embaucadas por el Jesús ese de las Redes con el cuento de la liberación”, decía el comandante,“no se las puede dejar solas”. Pero al oficial que detectó la imagen le remordía la conciencia. Marcó el número rojo del Secretario de Estado: “Señor, le paso en PDF la grabación, he comprobado que no es montaje, Él está vivo, ha hablado con las mujeres y dirige la operación “Libertad de espíritu”... Hay que convocar gabinete de crisis”. Le contestó un e-mail purpúreo a vuelta de correo: “Silencio, Giuseppe, silencio. Si esto se hace público y sale en El País, nos va a salir peor que lo de Maciel. P.D.: Por correo interno te mando el sobre sellado con el cheque para que selles tus labios”. (Mt 27, 62-66).

Instantánea 4: Toda, todo, todas y todos: en griego, pas, pasa, pan

En las oficinas de la brigada científica analizaron el mensaje cifrado de Mateo. (Mt 28, 16-20). “No hay duda, el código está en griego: el adjetivo pas, pasa, pan, que se traduce como “todo”, se repite cuatro veces.” Descifrado: A este Jesús se la dado “toda potestad” (pasa exusía) para liberar; dirige la operación liberadora “Monte de la Ascensión”. Ha lanzado un mensaje para “todos los pueblos” (panta ta ethne) y no excluye ni a uno de los en vías de desarrollo; su programa incluye toda su doctrina (panta osa eneteleinámen), sin excluir ninguna de las ocho bienaventuranzas revolucionarias; y garantiza ponerse él mismo en persona al mando de la operación “todos los días” (pasas tas hemeras) hasta la consumación de los siglos”. Descifrado el mensaje, lo enviaron por urgente a la Casa Blanca y a la Secretaría de Estado vaticana, con un letrero rojo que decía: “Top secret, interés común de secreto en ambas oficinas para ocultar la operación Ascensión”. (Mt 28, 11-15).

Instantánea 5: De uniforme blanco anti-radiaciones

La réplica del terremoto hizo caer por tierra a las tres chicas. Salomé palideció y María quiso gritar, pero se ahogaba. Malena, en cambió, sonreía, diciendo para sus adentros: “La que has liado esta vez, Jesús, eres único...” La losa de la tumba se había partido en dos. El chico con rostro de ángel, uniformado de blanco con impermeable anti-nuclear, medía con el contador Geiger el nivel de radiación. “¿Qué habrían metido en esa sepultura? Despide más miles de milisivertes que los tolerados por ningún gobierno del mundo en sus centrales nucleares. No se acerquen, que es peligroso”. Pero Malena le interrumpió sonriente: “No hay miedo, chico. Si nosotras estamos ya contagiadas de resurrección. Ahora hay que contagiar al mundo entero con esas radiaciones. Y mientras Salomé y María salían huyendo poseídas de estupor, Malena se acercó al ángel y le dio un beso de vida de parte del Viviente, para que le perdiera el miedo a las radiaciones de “El Que Vive y da vida”. (Mc 16, 1-8).

Instantánea 6: Visible e invisible, el del turbante

Por el camino de Emaús: Juan, Cleofás y Malena se encuentran con el del turbante que les anima. Paran bajo la higuera a merendar. Mientras Malena parte el pan y reparte el vino, su rostro y el del peregrino se confunden en la foto, montaje inesperado, y el del turbante se hace invisible. A Cleofás y Juan se les abren los ojos: “¡Era El Que Vive! Corramos a contarlo. Se le encuentra en el Camino, en la Palabra y...cuando ellas parten el pan... (Lc 24, 13-35).

Instantánea 7: Un beso al alba

La madrugada del Domingo el Rabbuní se presenta radiante, llamando por su nombre a una creyente enamorada para darle un recado importante: “María, dile a mis amigos y amigas que yo no era ateo ni blasfemo, como creyó el Sanedrín, que vine para que todos y todas tengan vida en abundancia, que vivía en el Espíritu, movido por el Espíritu y que ahora vivo en el seno de Abba, Fuente Viva de la vida. Diles que os espero en la Vida”. Y un beso interminable de vida la dejó extasiada en brazos de El Que Vive. Así fue como empezó aquella mañana esta comunidad de amigas y amigos de El Que Vive, que veinte siglos después siguen enredadas y enredados en las redes del amor y la vida...”(Jn 20, 11-18).

Instantánea 8: El móvil de Tomás es un petardo

Tomás no se fía ni de su sombra, hasta cuando compra el periódico pide un recibo. “Eso de que Él vive os lo habéis inventado”. Pero al oir Su voz quedó perplejo.(Digo Su voz porque, según los cuatro registros de la buena noticia -Marcos, Mateo, Lucas y Juan-, al que vive no se le ve, sino se le escucha con fe para que se abran los ojos del corazón,...). Y El Que Vive dijo: “Mete tus manos en mis llagas” ( (Jn 20, 24-29). Tomás palpó solamente con la izquierda, mientras con la derecha empuñaba el móvil para fotografiar la prueba. Sorpresa la suya al volver a su aposento y conectar la computadora. Ni en pantalla ni en impresión aparece el Resucitado en la foto, solamente la mano de Tomás tratando de tocar lo invisible. “Este teléfono es un petardo o este ordenador está anticuado”, protestó. Y tuvo que explicárselo Juan. “El cuerpo glorioso del Resucitado no sale en las fotos. Su presencia es real, no física. No se le encuentra en pruebas, ni en el retorno al pasado o en la vuelta a esta vida terrena. El Que Vive para siempre ha entrado en la Vida Definitiva de Abba. Se le encuentra en la comunidad, donde se reunen por su Espíritu dos o tres en su nombre para el auténtico culto en Espíritu y Verdad, en el Espíritu que animaba a Jesús y en la Verdad que es el mismo Jesús en persona; se le encuentra trabajando siempre en la obra liberadora de Abba (Jn 4, 34: su obra, su opus, su ergon)”.

Instantánea 9. Boquerones de almuerzo en Tiberíades

Pedro, en calzoncillos, se esforzaba tirando de una red a punto de romperse. “Toda la noche sin pescar uno solo y ahora, de pronto, no damos abasto. ¿Qué te parece Juan?” “Ya te lo dije, Pedro, que por la derecha no se pesca nada. Hay que echar la red por la izquierda, que es por donde actúa el espíritu del Maestro”. “Vaya, Juan, tú siempre de progresía irónica, les va a entrar pelusilla a los blogueros talibancillos y a las cigüeñas desnortadas...”. A todo esto, la barca atracó y en la playa les esperaba arremangado El Que Vive, ofreciéndoles boquerones asados a la brasa. “Ya sabéis, chicos, a la hora de la verdad lo que cuenta es vivir y dar vida, venga, demos gracias por la vida y a degustar los boquerones”. (Jn 21, 1-14).

Instantánea 10: El Papa Pedro se confiesa

Mientras Felipe y compañeros atacan los boquerones y los riegan con un vinillo, El Que Vive toma aparte a Pedro, mientras Juan a distancia mira de reojo. “Así que, tú Pedro, me quieres, ¿verdad?” (Jn21, 15-23) “Sí Maestro, pero... es que con esto de ser Papa me has metido en un lío.” “No, Perico, muy sencillo. Funciona en colegialidad con Malena, que es más joven que tú. Y luego que te sustituya ella. Van a ser muy distintos los próximos siglos de historia de nuestro movimiento de pescar gente para la vida, si estas chicas se hacen cargo de la dirección”. “Pero , Maestro, si perdemos el poder, la barca se hunde, no se puede dejar el timón en manos de mujeres”. “Hombre de poca fe, aprende de Juan Marcos, mira qué bien deja escrito en su diario evangélico lo que os dije para que no se olvide: que entre vosotros no sea así, que no busquéis el poder” (Mc 10, 41-45). “Ya. Maestro, pero es que aunque yo sea Papa, ese Juan que nos está mirando desde allí tiene mucho peso entre los doce y dice unas cosas un poco peligrosas, que luego las difunde en sus meditaciones Martini”. “No, Pedro, no, tú deja que Juan sea Juan y Malena sea Malena, aprende de mí que abrazo con amor lo mismo a jesuitas que a opusianos, como con fariseos y publicanos, parto y reparto pan y vino, comparto con neocons y progres, con tal de que todos y todas amen, perdonen y pacifiquen. Olvídate de cotillear cómo es Juan o cómo es Santiago. Tú sígueme y que mi movimiento de las redes siga adelante. Llegará un día en que otro te ceñirá y pasarás el mal trago que yo pasé, pero por ahí se entra en la Vida y ahí te esperaré. Entretanto confirma a tus hermanos y hermanas en la esperanza, dales ánimo y alegría: y en cuanto al resto, incluidos dogmas y excomunioness, mitras, tiaras y capas pluviales… mejor que te desentiendas”.


























































Nuevo inicio.



NUEVO INICIO



Aterrados por la ejecución de Jesús, los discípulos se refugian en una casa conocida. De nuevo están reunidos, pero ya no está Jesús con ellos. En la comunidad hay un vacío que nadie puede llenar. Les falta Jesús. No pueden escuchar sus palabras llenas de fuego. No pueden verlo bendiciendo con ternura a los desgraciados. ¿A quién seguirán ahora?

Está anocheciendo en Jerusalén y también en su corazón. Nadie los puede consolar de su tristeza. Poco a poco, el miedo se va apoderando de todos, pero no le tienen a Jesús para que fortalezca su ánimo. Lo único que les da cierta seguridad es «cerrar las puertas». Ya nadie piensa en salir por los caminos a anunciar el reino de Dios y curar la vida. Sin Jesús, ¿cómo van a contagiar su Buena Noticia?

El evangelista Juan describe de manera insuperable la transformación que se produce en los discípulos cuando Jesús, lleno de vida, se hace presente en medio de ellos. El Resucitado está de nuevo en el centro de su comunidad de seguidores. Así ha de ser para siempre. Con él todo es posible: liberarse del miedo, abrir las puertas y poner en marcha la evangelización.

Según el relato, lo primero que infunde Jesús a su comunidad es su paz. Ningún reproche por haberlo abandonado, ninguna queja ni reprobación. Sólo paz y alegría. Los discípulos sienten su aliento creador. Todo comienza de nuevo. Impulsados por su Espíritu, seguirán colaborando a lo largo de los siglos en el mismo proyecto salvador que el Padre encomendó a Jesús.

Lo que necesita hoy la Iglesia no es sólo reformas religiosas y llamadas a la comunión. Necesitamos experimentar en nuestras comunidades un "nuevo inicio" a partir de la presencia viva de Jesús en medio de nosotros. Sólo él ha de ocupar el centro de la Iglesia. Sólo él puede impulsar la comunión. Sólo él puede renovar nuestros corazones.

No bastan nuestros esfuerzos y trabajos. Es Jesús quien puede desencadenar el cambio de horizonte, la liberación del miedo y los recelos, el clima nuevo de paz y serenidad que tanto necesitamos para abrir las puertas y ser capaces de compartir el Evangelio con los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Pero hemos de aprender a acoger con fe su presencia en medio de nosotros. Cuando Jesús vuelve a presentarse a los ocho días, el narrador nos dice que todavía las puertas siguen cerradas. No es sólo Tomás quien ha de aprender a creer con confianza en el Resucitado. También los demás discípulos han de ir superando poco a poco las dudas y miedos que todavía les hacen vivir con las puertas cerradas a la evangelización.

José Antonio Pagola



Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Difunde la paz del Resucitado. Pásalo. 1 de mayo de 2011

2 Pascua (A)
Juan 20, 19-31





Mirando por el hueco.



Mirando por el hueco

II Domingo de Pascua





Hechos 2, 42-27: “Los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común”

Salmo 117: “La misericordia del Señor es eterna. Aleluya”

I San Pedro: “La resurrección de Cristo nos da la esperanza de una vida nueva”

San Juan 20, 19-31: “Ocho días después se les apareció Jesús”



¡Un Cristo resucitado!



J.M. Subirachs, el reconocido escultor que ha enriquecido con su arte religioso la Sagrada Familia de Barcelona, tiene una obra de Jesús Resucitado que se encuentra el Monasterio de Montserrat. La obra es una larga lápida, con la ausencia de cuerpo, donde aparecen el rostro, los pies, las manos y el costado, todos con las señales de las heridas, pero con la iluminación de la resurrección. Es su “Cristo Resucitado” que a muchos llena de esperanza y de fe, y que a otros los deja un poco desconcertados al no contemplar un cuerpo glorioso y percibir solamente las extremidades y el costado herido. Ensalzado por unos y criticado por otros, Subirachs ha inspirado toda la polémica que podría crear un artista contemporáneo sobre todo con su paradoja visual de las imágenes en negativo. No sé si a propósito de esta obra, pero seguro sí por estas señales, Subirachs afirmaba en una entrevista: “Hay demasiadas señales como para no creer y dejar de ser agnóstico”.



Mis dudas



Tomás encajaría perfectamente en nuestro mundo: su desparpajo para negar lo que todos están viviendo, sus dudas y su exigencia de pruebas, son características propias de un mundo moderno donde no creemos más que aquello que experimentamos, que tocamos y que probamos personalmente. Este segundo domingo de Pascua parece a propósito para convencernos de que hay señales objetivas de la resurrección de Jesús tanto las ofrecidas por Él mismo a sus apóstoles, como las pruebas vivas que presenta la primitiva comunidad en los Hechos de los Apóstoles. Si por un lado Jesús presenta los argumentos irrefutables de un cuerpo desgarrado, amoroso, entregado por amor a los hermanos, por otro lado la comunidad ofrece las consecuencias claras de ese amor: una palabra que se hace vida constantemente, el amor expresado en el partir y compartir lo que se tiene, una oración que al mismo tiempo eleva y compromete, y una Eucaristía que es expresión de la más grande unión con el Resucitado y con los hermanos. Signos de vida evidentes frente a los que no se tiene más opción que expresar como Santo Tomás: “¡Señor mío, Dios mío!”. El evangelio de este día nos presenta un drástico cambio a partir de la Resurrección de Jesús. Si inicia nuestro pasaje presentándonos una comunidad entrando en las penumbras de un anochecer, con las puertas cerradas a piedra y lodo, con el miedo aflorando en sus rostros y con un temor angustioso a las autoridades judías, pero poco a poco se va dando paso a la esperanza y disipando las tinieblas, hasta terminar con la presentación de los discípulos arrebatados por el soplo del Espíritu para constituirse testigos de Jesús e invitando a “que ustedes crean que Jesús es el Mesías, y para que creyendo, tengan vida en su nombre”



Una fe que dinamiza



Nuestra fe aparece con frecuencia demasiado convencional y vacía, como si solamente siguiéramos tradiciones y costumbres religiosas, formalismos externos que fácilmente se desprenden cuando se enfrentan a un cuestionamiento serio. Cristianos de nombre, de papel y aburridos. Pero para los primeros cristianos el encuentro con el Resucitado fue un vendaval que los sacudió en su interior y una experiencia que trastocó toda su vida, sus costumbres y sus creencias. De los tonos oscuros que amenazaban con terminar con aquella comunidad adormecida y asustada, replegada en sí misma y sin horizontes, se pasa a la explosión radiante de luces y esperanzas fincadas en la victoria de quien ha dado la vida por nosotros y que al final ha vencido a la muerte. El encuentro con Jesús vivo y resucitado transforma a sus discípulos en personas nuevas, reanimadas, llenas de alegría y de paz. Al liberarlos del miedo y la cobardía, les abre nuevos horizontes y los impulsa a proclamar la Buena Nueva y dar testimonio, a todo el que lo quiera escuchar, del Cristo vivo y resucitado. Pareciera que el soplo de Jesús sobre ellos y sus palabras: “Reciban al Espíritu Santo”, producen un doble movimiento que es fuerza en su corazón y que es impulso que los arrebata para manifestarse hacia los hermanos. Como si creara una corriente interior que los une hasta sentirse con un solo corazón y con una sola alma, pero que no les permite permanecer encerrados en sí mismos sino que los empuja a manifestar y transmitir esta nueva vida a los hermanos. Tan poderosa es la experiencia de la resurrección que quien la cree y la experimenta se compromete en una vida más humana, más plena y más feliz.



Mirando por el hueco



Las señales ofrecidas por Jesús a Tomás, y maravillosamente presentadas por Subirachs, nos hacen comprender que los clavos en los pies y en las manos y la herida del costado, son signo de su amor y de su sufrimiento en su entrega por los otros y al mismo tiempo, huellas de su presencia en medio de nosotros. No se puede experimentar a Jesús resucitado si no es a través de las llagas que ha dejado en su cuerpo la marginación, el dolor y el sufrimiento de los pequeños y excluidos, de los denigrados e ignorados, de los desposeídos y sobreexplotados. ¿Cómo se mira el mundo a través del hueco de las heridas de Jesús? Intentemos mirarlo y descubriremos, sorprendentemente, que es imposible ocultar o disfrazar la miseria y el dolor de la humanidad pues aparecen nítidamente, pero percibidos con amor, con esperanza y con una entrega plena. No se puede mirar a través del hueco de sus llagas con egoísmo e indiferencia, pero tampoco con rencores y venganzas. Mirar a través de las llagas de Jesús es mirar con la certeza de que este mundo tiene el sentido que le da el inconmensurable amor de Jesús; es mirar con la esperanza de que su resurrección sigue obrando en medio de nosotros; y es vivir con el dinamismo de la nueva vida que su sangre derramada, sigue haciendo brotar. Este es el centro de la experiencia pascual: el encuentro con Alguien vivo, capaz de liberarnos del fatalismo y la negación, y de abrirnos un camino nuevo hacia la paz, la paz verdadera. Mirar a través de las llagas de Jesús es sumergirnos en su Pascua: muerte y resurrección.



Las señales hoy



Las primeras comunidades han intuido todo lo que significa la resurrección de su Señor y por eso son capaces de iniciar un tiempo nuevo, con el domingo como día del Señor, con la escucha y reflexión de la palabra, con una mesa puesta a disposición de todos, donde el que necesita puede tomar, donde al que le sobra puede aportar, para hacer la mesa común. No se manifestará la resurrección de Jesús en medio de nosotros si no pasa por el compartir. La Eucaristía, el Cordero hecho pan para dar vida, se hace evidente cuando “nadie pasa necesidad”, cuando nadie es excluido y cuando la Palabra se comparte. Contemplemos hoy las llagas de Jesús que gritan resurrección, contemplemos también las señales de las primeras comunidades que tenían un solo corazón y una sola alma, y que se reunían diariamente en el templo y en las casas, compartían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón. ¿Qué señales estamos dando nosotros de resurrección? ¿Hacía a dónde nos lleva nuestra experiencia de Jesús vivo? ¿Dónde descubrimos y mostramos las llagas gloriosas? ¿Cómo es nuestra vida en comunidad y qué tan dispuestos estamos a compartir?





Señor mío y Dios mío, que pueda descubrirte en las llagas y heridas de mis hermanos para que, amándolos y compartiendo con ellos, pueda encontrar la verdadera paz que tú me ofreces. Amén











miércoles, 27 de abril de 2011

Diumenge de Rams 2011.














L'evangeli de la setmana.




Dilluns, 2 de maig ’11

Jn 15,1-8

En aquell temps Jesús digué als seus deixebles: »Jo sóc el cep veritable i el meu Pare és el vinyater. Les sarments que no donen fruit, el Pare les talla, però les que donen fruit, les neteja perquè encara en donin més. Vosaltres ja sou nets gràcies al missatge que us he anunciat. Estigueu en mi, i jo estaré en vosaltres. Així com les sarments, si no estan en el cep, no poden donar fruit, tampoc vosaltres no en podeu donar si no esteu en mi. Jo sóc el cep i vosaltres les sarments. Aquell qui està en mi i jo en ell, dóna molt de fruit, perquè sense mi no podeu fer res. Si algú se separa de mi, és llençat fora i s'asseca com les sarments. Les sarments, un cop seques, les recullen i les tiren al foc, i cremen. Si esteu en mi i les meves paraules resten en vosaltres, podreu demanar tot el que voldreu, i ho tindreu. La glòria del meu Pare és que doneu molt de fruit i sigueu deixebles meus.

Dimarts, 3 de maig ‘11

Lc 1,39-47

Per aquells dies, Maria se n'anà de pressa a la Muntanya, en un poble de Judea, 40 va entrar a casa de Zacaries i saludà Elisabet. Tan bon punt Elisabet va sentir la salutació de Maria, l'infant va saltar dins les seves entranyes, i Elisabet quedà plena de l'Esperit Sant. Llavors cridà amb totes les forces:

--Ets beneïda entre totes les dones i és beneït el fruit de les teves entranyes! Qui sóc jo perquè la mare del meu Senyor em vingui a visitar? Tan bon punt he sentit la teva salutació, l'infant ha saltat de joia dins les meves entranyes. Feliç tu que has cregut: allò que el Senyor t'ha anunciat es complirà!

Maria digué:

--La meva ànima magnifica el Senyor,

el meu esperit celebra

Déu que em salva.



Dimecres, 4 de maig ‘11

Jn 3,16-21


En aquell temps, Jesús digué a Nicodem: Déu ha estimat tant el món que ha donat el seu Fill únic perquè no es perdi cap dels qui creuen en ell, sinó que tinguin vida eterna. Déu no ha enviat el seu Fill al món perquè el món fos condemnat, sinó per salvar-lo per mitjà d'ell. Els qui creuen en ell no són condemnats, però els qui no creuen ja han estat condemnats, perquè no han cregut en el nom del Fill únic de Déu. La condemna ha arribat per això: quan la llum ha vingut al món, els homes s'han estimat més la foscor que la llum, ja que les seves obres eren dolentes. Tots els qui obren el mal tenen odi a la llum, i no s'acosten a la llum perquè quedarien al descobert les seves obres. Però els qui viuen d'acord amb la veritat s'acosten a la llum perquè es vegin les seves obres, ja que les fan segons Déu.



Dijous, 5 de maig ‘11

Jn 3,31-36

En aquell temps, Jesús digué a Nicodem: »El qui ve de dalt està per damunt de tots. Els qui són de la terra són terrenals i parlen de manera terrenal. El qui ve del cel està per damunt de tots, i dóna testimoni d'allò que ha vist i sentit, però ningú no admet el seu testimoni. Els qui l'admeten, acrediten que Déu diu la veritat, perquè l'enviat de Déu comunica les paraules de Déu, ja que ell dóna sense límits l'Esperit. El Pare estima el Fill i ho ha posat tot a les seves mans. Els qui creuen en el Fill tenen vida eterna, però els qui es neguen a creure en el Fill no veuran la vida: el judici de Déu pesa damunt d'ells.

Divendres, 6 de maig ‘11

Jn 6,1-15

En aquell temps, Jesús se'n va anar a l'altra banda del llac de Galilea o de Tiberíades. El seguia molta gent, perquè veien els senyals prodigiosos que feia amb els malalts. Jesús pujà a la muntanya i s'hi assegué amb els seus deixebles. Era a prop la Pasqua, la festa dels jueus.

Llavors Jesús alçà els ulls i, en veure la gran gentada que arribava al lloc on era, digué a Felip:

--On comprarem pa perquè puguin menjar tots aquests?

De fet, ho preguntava per posar a prova Felip, perquè ja sabia què volia fer.

Felip li va respondre:

--Ni amb dos-cents denaris no n'hi hauria prou per a donar un tros de pa a cadascú.

Un dels deixebles, Andreu, el germà de Simó Pere, li diu:

--Aquí hi ha un noiet que té cinc pans d'ordi i dos peixos; però què és això per a tanta gent?

Jesús digué:

--Feu seure tothom.

En aquell indret hi havia molta herba i s'hi assegueren; només d'homes, eren uns cinc mil. Llavors Jesús prengué els pans, digué l'acció de gràcies i els repartí a la gent asseguda, tants com en volgueren, i igualment repartí el peix. Quan tothom va quedar satisfet, va dir als seus deixebles:

--Recolliu els bocins que han sobrat, perquè no es perdi res.

Ells els van recollir i amb els bocins d'aquells cinc pans d'ordi ompliren dotze cistelles: eren les sobres després d'haver menjat.

Quan la gent veié el senyal prodigiós que ell havia fet, començaren a dir:

--Realment, aquest és el profeta que havia de venir al món.

Jesús s'adonà que venien a emportar-se'l per fer-lo rei, i es retirà altra vegada tot sol a la muntanya.



Dissabte, 7 de maig ‘11

Jn 6,16-21

Al capvespre, els seus deixebles van baixar al llac i s'embarcaren en direcció a Cafarnaüm, a l'altra riba. Ja s'havia fet fosc i Jesús encara no s'havia reunit amb ells; a més, com que el vent bufava fort, el llac s'anava encrespant. Quan havien remat unes dues o tres milles, van veure que Jesús s'acostava a la barca caminant sobre l'aigua, i es van esglaiar. Ell els diu:

--Sóc jo, no tingueu por.

Volien fer-lo pujar a la barca, però tot seguit la barca tocà terra al lloc on anaven.


Diumenge, 8 de maig ‘11

Lc 24,13-35

Aquell mateix diumenge, dos dels deixebles feien camí cap a un poble anomenat Emmaús, que es trobava a onze quilòmetres de Jerusalem, i conversaven entre ells de tot el que havia passat. Mentre conversaven i discutien, Jesús mateix se'ls va acostar i es posà a caminar amb ells, però els seus ulls eren incapaços de reconèixer-lo.

Jesús els preguntà:

--De què parleu entre vosaltres tot caminant?

Ells es van aturar amb un posat de decepció,  i un dels dos, que es deia Cleofàs, li respongué:

--¿Tu ets l'únic foraster dels que hi havia a Jerusalem que no saps el que hi ha passat aquests dies?

Els preguntà:

--Què hi ha passat?

Li contestaren:

--El cas de Jesús de Natzaret, un profeta poderós en obres i en paraules davant de Déu i de tot el poble: els nostres grans sacerdots i els altres dirigents el van entregar perquè el condemnessin a mort, i el van crucificar. Nosaltres esperàvem que ell seria el qui hauria alliberat Israel. Però ara ja som al tercer dia des que han passat aquestes coses! És cert que algunes dones del nostre grup ens han esverat: han anat de bon matí al sepulcre, no hi han trobat el seu cos i han tornat dient que fins havien tingut una visió d'àngels, els quals asseguraven que ell viu. Alguns dels qui són amb nosaltres han anat també al sepulcre i ho han trobat tot tal com les dones havien dit, però a ell no l'han vist pas.

Aleshores Jesús els digué:

--Feixucs d'enteniment i de cor per a creure tot el que havien anunciat els profetes! ¿No calia que el Messies patís tot això abans d'entrar a la seva glòria?

Llavors, començant pels llibres de Moisès i continuant pels de tots els profetes, els va explicar tots els passatges de les Escriptures que es refereixen a ell.

Mentrestant, s'acostaven al poble on anaven i ell va fer com si seguís més enllà. Però ells van insistir amb força dient-li:

--Queda't amb nosaltres, que es fa tard i el dia ja ha començat a declinar.

I va entrar per quedar-se amb ells. Quan s'hagué posat amb ells a taula, prengué el pa, digué la benedicció, el partí i els el donava. Llavors se'ls obriren els ulls i el van reconèixer, però ell desaparegué del seu davant. I es van dir l'un a l'altre:

--¿No és veritat que el nostre cor s'abrusava dins nostre mentre ens parlava pel camí i ens obria el sentit de les Escriptures?

Llavors mateix es van aixecar de taula i se'n tornaren a Jerusalem. Allí van trobar reunits els Onze i els qui eren amb ells, que els van dir:

--Realment el Senyor ha ressuscitat i s'ha aparegut a Simó!

També ells contaven el que havia passat pel camí i com l'havien reconegut quan partia el pa.










1 - 8 de maig

1 diumenge II de Pasqua

Sant Josep, obrer. Sant Jeremies, profeta (s.VII-VI aC); sant Orenç, bisbe; sant Teodard, bisbe; sant Segimon, mr.; santa Grata, viuda; sant Aniol, sotsdiaca i mr.; sant Ricard Pampuri, rel. hospitalari.

2 dilluns

Sant Anastasi (295-373), bisbe d'Alexandria i doctor de l'Església. Mare de Déu d'Araceli; sant Segon, bisbe i mr.; santa Zoa, mare de família mr.

3 dimarts

Sant Felip (de Betsaida) i sant Jaume (anomenat el Menor, parent de Jesús, bisbe de Jerusalem, +62), apòstols. Trobament de la santa Creu; santa Antonina, vg. i mr.; sant Alexandre I, papa i mr.

4 dimecres

Sant Silvà, bisbe i mr.; sant Florià, mr.; sant Gotard, bisbe; sant Pelegrí Laziosi, rel. servita; beat Josep Maria Rúbio, prev. jesuïta.

5 dijous

Sant Àngel de Sicília, prev. carmelità; sant Amador, prev. i mr.; sant Martí de Finojosa, bisbe; santa Irene, vg. i mr. (304), a Tessalònica.

6 divendres

Tradició del martiri ante portam Latinam de sant Joan evangelista, patró de les arts gràfiques; sant Domènec Sàvio, alumne de Joan Bosco; santa Beneta, vg. i mr; sant Justí, prev.; beat Francesc de Laval, bisbe de Quebec.

7 dissabte

Sant Sixt i sant Eovald o Hou, mrs., venerats a Celrà (Gironès); beata Gisela (o Guisla), rel. Benedictina, viuda de Sant Esteve d’Hongria (s. X-XI); sant Benet II, papa.

8 diumenge III de Pasqua

Santa Maria, mitjancera de totes les gràcies; Mare de Déu de Pompeia (Roser) i també del Toro, patrona de Menorca, a més d’altres advocacions: Escola Pia, Miracle (Milagros), Salut, etc.; aparició de l’arcàngel sant Miquel, patró dels radiòlegs i dels radioterapeutes; sant Eladi, bisbe; sant Bonifaci IV papa; beat Jeremies de Valàquia, rel. Caputxí; beat Lluís Rabatà, prev. Carmelità.



Diumenge II de Pasqua.




PRIMERA LECTURA

LECTURA DELS FETS DELS APÒSTOLS, 2,42-47

Els germans eren constants a escoltar l'ensenyament dels apòstols i a viure en comunió fraterna, a partir el pa i a assistir a les pregàries. Per mitjà dels apòstols es feien molts prodigis i senyals, i la gent sentia un gran respecte. Tots els creients vivien units i tot ho tenien al servei de tots; venien les propietats i els béns per distribuir els diners de la venda segons les necessitats de cadascú. Cada dia eren constants a assistir unànimement al culte del temple. A casa, partien el pa i prenien junts el seu aliment amb joia i senzillesa de cor. Lloaven Déu i eren ben vistos de tot el poble. I cada dia el Senyor afegia a la comunitat els qui acollien la salvació.

SALM RESPONSORIAL

SALM 117

ENALTIU EL SENYOR: QUE N'ÉS, DE BO, PERDURA ETERNAMENT EL SEU AMOR.


Enaltiu el Senyor: que n'és, de bo!

Perdura eternament el seu amor.

Que respongui la casa d'Israel:

Perdura eternament el seu amor.



Que respongui la casa d'Aaron:

Perdura eternament el seu amor.

Que responguin els qui veneren el Senyor:

Perdura eternament el seu amor.



M'empenyies tan fort que anava a caure;

però tu, Senyor, m'has sostingut.

Del Senyor em ve la força i el triomf,

és ell qui m'ha salvat.

Escolteu crits de festa i de victòria

al campament dels justos:



La pedra rebutjada pels constructors,

ara és la pedra principal.

És el Senyor qui ho ha fet,

i els nostres ulls se'n meravellen.

Avui és el dia en què venç el Senyor:

alegrem-nos-en i celebrem-lo.



LECTURA SEGONA

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DE SANT PERE, 1,3-9



Beneït sigui el Déu i Pare de nostre Senyor Jesucrist, que pel seu gran amor ens ha engendrat de nou gràcies a la resurrecció de Jesucrist d'entre els morts. Ell ha volgut que tinguéssiu una esperança viva i que posseíssiu una heretat incorruptible, indestructible, immarcescible, reservada dalt al cel per a vosaltres, que ara, en virtut de la fe, sou defensats pel poder de Déu. Ell ha volgut també que arribéssiu a la salvació, preparada per a revelar-se a la fi dels temps. Tot això us dóna una gran alegria, ni que ara necessàriament us hagin d'entristir per poc temps proves de tota mena; perquè si l'or, que es fa malbé, és provat al foc, la vostra fe, més preciosa que l'or, també ha de ser provada, i així es farà mereixedora de lloança, glòria i honor el dia que Jesucrist es revelarà. Vosaltres l'estimeu sense haver-lo vist, i ara, sense veure'l, creieu en ell. I teniu una alegria tan gloriosa que no hi ha paraules per a expressar-la, ja que heu assolit el terme de la fe: la vostra salvació.

ACLAMACIÓ

Diu el Senyor: Tomàs, ¿per què m’has vist has cregut? Feliços els qui creuran sense haver vist.


EVANGELI

LECTURA DE L’EVANGELI SEGONS SANT JOAN, 20,19-31


Al capvespre d'aquell mateix dia, que era diumenge, els deixebles, per por dels jueus, tenien tancades les portes del lloc on es trobaven. Jesús va arribar, es posà al mig i els digué:

--Pau a vosaltres.

Dit això, els va mostrar les mans i el costat. Els deixebles s'alegraren de veure el Senyor. Ell els tornà a dir:

--Pau a vosaltres. Com el Pare m'ha enviat a mi, també jo us envio a vosaltres.

Llavors va alenar damunt d'ells i els digué:

--Rebeu l'Esperit Sant. A qui perdonareu els pecats, li quedaran perdonats; a qui no els perdoneu, li quedaran sense perdó.

Quan vingué Jesús, Tomàs, un dels Dotze, l'anomenat Bessó, no era allà amb els altres deixebles. Ells li van dir:

--Hem vist el Senyor.

Però ell els contestà:

--Si no li veig a les mans la marca dels claus, si no fico el dit a la ferida dels claus i no li poso la mà dins el costat, jo no creuré pas!

Al cap de vuit dies, els deixebles es trobaven altra vegada en aquell mateix lloc, i Tomàs també hi era. Estant tancades les portes, Jesús va arribar, es posà al mig i els digué:

--Pau a vosaltres.

Després diu a Tomàs:

--Porta el dit aquí i mira'm les mans; porta la mà i posa-me-la dins el costat. No siguis incrèdul, sigues creient.

Tomàs li va respondre:

--Senyor meu i Déu meu!

Jesús li diu:

--Perquè m'has vist has cregut? Feliços els qui creuran sense haver vist!

Jesús va fer en presència dels seus deixebles molts altres senyals prodigiosos que no es troben escrits en aquest llibre. Els que hi ha aquí han estat escrits perquè cregueu que Jesús és el Messies, el Fill de Déu, i, creient, tingueu vida en el seu nom.