sábado, 27 de marzo de 2010

Homilia de la benedicció de Rams 2010.







Queridos amigos, benvolguts amics i amigues, amb aquesta manifestació a favor de Jesús, iniciem la setmana gran dels cristians, la llamada Semana Santa.

En esta manifestación solidaria a favor de Jesús, constantemente vigilado por las fuerzas religiosas y políticas de su país, nosotros esta mañana hemos salido a la calle con ramos de laurel, de olivo y con palmas. Familias enteras, ayudando a nuestros pequeños a vivir el sentido de esta fiesta. Como en toda manifestación a favor de alguien, en defensa de un derecho o como denuncia de una situación injusta salimos con nuestros símbolos. Hoy nuestras pancartas son los ramos de olivo y laurel y las ramas de palmera. Como en todo acto colectivo, siempre hay unas personas que se preocupan de que tengamos los símbolos apunto, se han paso horas preparando las pancartas con sus lemas; entre nosotros algunas personas del barrio y de la comunidad se han preocupado de que haya laurel y olivo para todos, muchas gracias por vuestro trabajo y generosidad. Hagamos todo lo posible para que sea bien repartido.

Si analizamos el simbolismo de estas ramas de árbol, descubriremos que

El olivo, es símbolo de paz, de reconciliación y también de comprensión. Llevar una rama de olivo en la mano es expresión de que nos unimos a Jesús a quien los dirigentes del pueblo hicieron la vida imposible y con trampas y dinero sucio buscaron la traición. Hoy, junto al pueblo de Jerusalén estamos a su favor, el olivo es nuestra pancarta.

El laurel, para nosotros desde el inicio del cristianismo representa el triunfo, el valor e incluso la sabiduría, con esta rama de laurel estamos expresando que después de una vida gastada en el amor y servicio a los demás, Cristo la da y confía en el triunfo del amor y el servicio por encima del egoísmo, la mentira y el desprecio al ser humano. Es también una pancarta reivindicativa.

La rama de palmera se convirtió, para los cristianos, en todo un estandarte para todo aquel mártir o santo que es maltratado o ajusticiado en esta tierra por haber hecho de su vida un acto de amor a Dios a los hombres, una vida que es capaz de morir antes que renunciar.

Ya veis nuestras ramas son pancartas reivindicativas a favor de todos aquellos en quien Jesús queda encarnado por el atropello de la injusticia, la enfermedad, el odio y el desprecio de los que deberíamos ser sus hermanos. Muchas gracias por estas muestras de solidaridad y no olvidemos que la gente que hoy le proclama como rey, dentro de unos días pedirá su crucifixión y muerte.

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