sábado, 24 de enero de 2009

Juan cantera de Jesús.

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El domingo pasado, cuando el evangelio nos indicaba que los discípulos de Juan se pasaban a Jesús, previa orientación del mismo Juan; pensando en los niños, se me ocurrió la idea de la cantera: Juan cantera de Jesús.
En Agosto y en Diciembre se celebran unos campeonatos de fútbol infantil, en agosto, a nivel nacional y en diciembre a nivel internacional, donde son invitadas las canteras de los mejores equipos del mundo. Este año, por ejemplo, tanto en verano como en invierno ganaron los infantiles del Barça, otros años han ganado los del Espanyol, Madrid etc. El comentario de los periodistas fue: los infantiles del Barça juegan igual que el primer equipo y así no hay problema de acoplamiento cuando sean mayores. Ya desde pequeños tienen el estilo que de mayores explotarán.
He pensado, a partir de este hecho, en nuestras parroquias. No se produce este acoplamiento entre niños y el primer equipo, porque no tenemos primer equipo. Tenemos un buen equipo de veteranos, han sido grandes ejemplos y testimonios de fidelidad a Jesucristo, pero ahora ya no les queda fuelle: se reúnen, celebran, son solidarios, gente de oración, gente fiel, pero ya no pueden correr por el campo. Para los niños no son acicate para sacrificarse, comprometerse, llevar una vida sana, esforzarse, correr, porque no lo ven. Les hablan de sus “batallas”, porque las tienen y grandes, pero ellos no los ven en actividad.
Los que podían ser el acicate los ven en otras cosas, en otras actividades. ¿Para qué se preparan nuestros niños? ¿Qué finalidad tendrá la cantera? La realidad es que dura un año y se desperdiga o desaparece; y había buenos jugadores, auténticos cracs que no tienen dónde fijarse, ni a dónde aspirar a integrarse.
Hemos de crear un equipo. Un equipo dónde los pequeños se fijen y aspiren a ser como ellos, un primer equipo y este primer equipo ha de estar formado por gente capaz, que disfrute formando parte del equipo, que se entregue, se entrene, se esfuerce; unas personas que cada domingo llueva o haga sol salgan al campo, tengan ganas de reunirse con los otros, dar gracias al Señor, celebrar juntos la Eucaristía. Estas persona, inicialmente están entre los padres y madres de los niños, ellos son, por ahora, un ejemplo a imitar. Nos hemos de esforzar por formar equipo, hemos de dedicar tiempo.

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