sábado, 4 de febrero de 2012

Reflexió parroquial.

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REFLEXIÓN PARROQUIAL



EN ESTOS MOMENTOS CONSTATAMOS:



I.- SITUACIONES POSITIVAS:



Ø Somos una parroquia con 58 años de historia. Esta historia ha sido una acción conjunta de Cristo y las personas que hemos confiado en Él.



Ø En cada momento de la historia, los que formaban la comunidad, con mayor o menor posibilidad, libertad y responsabilidad, han decidido los caminos que les correspondía como creyentes.



Ø Siempre ha habido culto, actos de piedad y, sobretodo, la celebración de los sacramentos, previa una preparación como servicio a aquellos que los solicitaban.



§  Matrimonios que acogen a los padres que solicitan el bautismo para sus hijos.

§  Catequistas para todos los niveles de catequesis.

§  Personas dedicadas a la pastoral matrimonial.

§  Visitadores de enfermos y portadores de la eucaristía.



Ø La Comunidad ha tenido una gran dedicación de acogida y formación en los diversos momentos de la vida de las personas:

       

§  La formación catequística de sus miembros, tanto adultos como pequeños, es ahora cuando todo está bajando.

§  Ha tenido un especial interés por los grupos jóvenes: JOC, JOBAC, HORA-3, HORA-6,

§  También los adultos han formado grupos: ACO, HOAC, VIDA CREIXENT

§  Desde 1981, la Hermandad de Nuestra Sra. del Rocío tiene su sede en la Parroquia.



Ø El ejercicio de la caridad siempre ha estado presente, posiblemente nuestra acción se ha dirigido más a las gentes de fuera de la comunidad,  los vecinos.



§  Las colectas donde se ha recogido más dinero son, por orden de mayor a menor: Manos Unidas, Caritas Navidad y el Día del Amor Fraterno, no han faltado, tampoco, las colectas para catástrofes concretas y la mensual recogida de alimentos para la Ajuda Fraterna.

§  De nosotros “nació Cor i Llar”, su finalidad fue proporcionar pisos a inmigrantes sin papeles. A finales de 2011 dejó de funcionar.



Ø Desde la parroquia se han mantenido buenas relaciones con las entidades del barrio.



Ø La gran colaboración de las religiosas de Institución Claretiana, siempre con nosotros, colaborando como una más. Su colegio ha sido fuente de niños para las catequesis y ellas mismas han sido y son catequistas.



Ø Desde hace unos 35 años, nos ayuda y un padre Jesuita ayuda y presta gran servicio.



Ø Últimamente, también nos ayuda, una religiosa de la Caridad de Santa Ana,

Ø La comunidad se ha autofinanciado con la ayuda y colaboración de todos, excepto en momentos de obras costosas que hemos podido contar con la ayuda de la Iglesia Diocesana (Germanor)



II.- SITUACIONES QUE NOS PREOCUPAN:



        Nuestro hoy es preocupante, nuestra comunidad va siendo de personas mayores. Hemos de agradecer su fidelidad y con ellos, nos hemos de preguntar, ¿por qué?



Ø ¿Por qué los hijos han abandonado, al menos, la práctica religiosa?

Ø ¿Por qué los matrimonios han bajado en picado a nivel general, en nuestra parroquia 1 durante todo el año 2011?

Ø ¿Por qué los bautismos, durante 2011, se han reducido a 23?

Ø ¿Por qué de los 23 niños/as que hicieron la primera comunión durante el 2011, no sigue ninguno?

Ø ¿No existe un gran individualismo? El veneno del individualismo nos ha invadido y no hay interés por lo que a todos se nos ha confiado.

Ø ¿No somos una comunidad poco evangelizada que manifestamos indiferencia cuando se nos llama al estudio del Evangelio? Si es así  ¿cómo podemos ser  evangelizadores.



       

III.- ¿QUÉ SOMOS?



Ø Una comunidad concreta que abarca el barrio del Padró y una parte de la Gabarra.

Ø Somos comunidad, porque el Espíritu Santo nos ha llamado y unido a otras gentes de estos barrios, para que el Amor del Padre, a las gentes, se haga presente con nuestras palabras y acciones, siguiendo a Jesucristo, nuestro Señor y Maestro.

Ø Nuestra razón de ser, es la llamada (“acompañar a mi Hijo, posibilitar que Él continúe trabajando a través vuestro para que me conozcan, para que descubran que les quiero con amor sin límites”)

Ø Somos un Cuerpo (la metáfora de Pablo) y Cristo es la Cabeza (Col 1,18). Somos una presencia cualificada de Dios en esta tierra si vivimos con Jesucristo, por Jesucristo y en Jesucristo.

Ø Nuestra vida tiene una línea que da sentido a nuestro vivir: “Hacer la voluntad de Jesús”. María, nos ayuda y orienta: “Haced todo lo que Él os diga”

Ø Somos Iglesia, asamblea de todos los bautizados que viven en este territorio. (1Cor 1,2; 2Cor 1,1), que siendo muchos, formamos un solo cuerpo (1cor 12,13)

Ø Nuestra vocación es a vivir en comunión con Jesucristo (1Cor 1,9).



§  Comunión es participación con el Cristo ya exaltado a la gloria del Padre y que el Espíritu Santo, para continuar su presencia entre nosotros, le ha dado un cuerpo terrenal que somos la asamblea de todos los creyentes.

§  Comunión con Cristo implica comunión con los hermanos que, como yo, han sido llamados (1Cor 1,10): “Hermanos, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo (al que estamos unidos), os pido que vayáis todos de acuerdo y que no haya ninguna clase de división entre vosotros…” Si se producen divisiones estamos significando que “Cristo está dividido” y no es cierto; lo cierto es que el Cuerpo terrenal (la Iglesia) no le es fiel y le falla.



Ø Nuestra misión es dar a conocer el amor del Padre que hemos conocido por los gestos, palabras y hechos de Jesús de Nazaret. “Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros” (Jn 20,21)  “id y anunciar el Evangelio a todas las gentes (Mc 16,15)



IV.- ¿QUÉ DEBEMOS HACER?



        Es difícil de decidir, por eso es necesario que todos reflexionemos y decidamos desde el compromiso de la generosidad para realizarlo. Podemos destacar una serie de cosas que se hacen necesarias para poder cumplir nuestra misión y así desarrollar nuestra vocación:



1.  Potenciar la comunidad. Que todos nos sintamos acogidos. Que nadie sufra porque no sabemos que le pasa. Que todos puedan ejercer los dones que se les ha concedido.  Crear confianza y comunión de todos con todos.



a.  ¿Cómo hacerlo?

b.  ¿Qué medios o caminos proponemos?

c.   ¿Alguien se ve con ánimo de empezar a trabajar?

Prestar especial atención al sufrimiento de los hermanos. Hay mucho sufrimiento callado, no comunicado en las personas. Si no lo sabemos se nos dificulta ser hermanos, pero también se nos dificulta si somos voceros o nos metemos donde no nos llaman. (1Cor 12, 26)



a.  ¿No sería conveniente crear un grupo de personas que sintiéndose llamadas a esta misión, nos ayudaran a reflexionar y a abrir caminos para ejercer nuestro servicio a los hermanos?

b.  Personas sensatas, respetuosas, comprometidas con el servicio al otro: ¿Alguien se siente llamado/a?



2.  Potenciar unas ganas y dinámica de ser evangelizados. Ayudarnos mutuamente a conocer a Jesucristo. El ha de ser nuestro guía y camino en el desarrollo de nuestra vida y nos ayudará a descubrir la misión.



a.  ¿Por dónde empezar?

b.  ¿La lectura en común de un evangelio?

c.   ¿Estudio de algún texto bíblico para tener mejor base para la misión?

d.  ¿Algún tema teológico? ¿Cuál?



3.  Potenciar el espíritu y dinámica de oración para la misión que es ser una comunidad evangelizadora.



a.  Oración de disponibilidad a la voluntad del Padre.

b.  Oración desde la vida. ¿Mi vida está acorde con mi compromiso bautismal?

c.   Oración para el servicio



4.  Buscar caminos de relación, trabajo conjunto con otras instituciones, asociaciones o grupos que en Cornellà están trabajando para el bien de los barrios, de los presos, de los marginados, de los inmigrantes, de todos aquellos que les es difícil vivir. Necesitamos que alguien nos informe y nos ayude a nuestra sensibilización comunitaria.



a.  Un grupo de personas con espíritu crítico ante la injusticia sobre las personas y que propongan caminos y respuestas.

b.  ¿Alguien siente esta llamada? ¿Alguien podía realizar este servicio?



5.  Necesitamos clarificarnos sobre el sentido de los sacramentos: ¿Qué son? Y ¿Para qué los tiene la Iglesia? ¿Cuál es su finalidad? Es un trabajo lento, no es cuestión de tomar decisiones precipitadas y radicales, pero es necesario reflexionar y proponer.



a.  ¿Qué necesita el bautismo para ser de verdad el sacramento del compromiso con Cristo, para realizar su obra salvadora?

b.  ¿No creéis que es la comunidad quien se ha de preocupar por acompañar a los padres de los nuevos bautizados y quien ha de hacer un espacio para que se sientan acogidos en la comunidad a quien han pedido permiso para entrar?

c.  ¿Las celebraciones no deberían celebrarse cuando está la comunidad reunida y no al margen?

d.  ¿Qué proponéis?

e.  ¿Qué necesita la Confirmación para ser valorada y solicitada por las gentes de nuestro país? ¿No queda incompleto el Bautismo si no se recibe la Confirmación?

f.    ¿La Comunidad no debería preocuparse por el cómo acoger a los confirmados y dejarles un espacio novedoso para ejercer los dones recibidos?

g.  ¿Qué necesita la Primera Comunión para que no sea la primera y la última?

h.  ¿Cómo recuperar el sentido de comunión con Cristo y los hermanos, sin eliminar el sentido de fiesta?

i.     ¿Cómo vincular a las eucaristías a quienes la acaban de recibir?



6.  Finalmente, se necesita un Consejo Parroquial. Miembros de la Comunidad que quieran llevar a la práctica las líneas y acuerdos que salgan de esta reunión. Hombres y mujeres que quieran prestar este servicio a Cristo y a los hermanos. Podían ser personas que han expresado su deseo de trabajar en alguna de las anteriores demandas, o personas con capacidad para organizar y animar grupos.

        El Consejo no podrá olvidar que su misión es potenciar la evangelización y la dinámica evangelizadora de la Comunidad y de sus miembros.

        El Consejo deberá trabajar para que la Comunidad sea cálida por su respeto, amor y      servicio a los miembros que la forman: Que las gentes puedan decir: “Mira como se quieren”.

        El Consejo deberá trabajar para abrir espacios de acogida para la gente nueva que       viene porque ha celebrado un sacramento: acogida de personas con todo lo que son y     tienen (dones, carismas, cualidades, ….) o porque han emigrado de sus países.

        El Consejo promoverá que la Comunidad se manifieste de palabra y de obra ante toda        injusticia que se realice contra las personas y se unirá a aquellos que buscan lo mismo.

        El Consejo, será Consejo, porque acoge, respeta y se compromete a trabajar en      grupo, en comunidad, en Iglesia.



        Muchas otras cosas deberíamos trabajar, estas son básicas y necesarias, dejemos todas las otras y las nuevas que vayan surgiendo para valorarlas o dinamizarlas en otra ocasión, el Consejo Parroquial irá viendo qué hacer y qué proponer.

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