Acercar más personas a Jesús.

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Jesús, se alegra por el esfuerzo de acercarle a la gente.

        Este domingo, la comunidad parroquial, vivirá un día de fiesta; la razón es que 6 niños y niñas de 8-9 años serán bautizados. También lo serán tres hermanitos menores, y el resto hasta 52 renovarán el compromiso bautismal que sus padres y padrinos hicieron en su nombre al poco tiempo de su nacimiento. Ha de ser una gran fiesta parroquial.

        El evangelio será el propio del domingo (Mc 2,1-12). Descubrimos en él elementos que pueden orientar e iluminar nuestra fiesta. Queda claro, una vez más, que la opción de Jesús como enviado del Padre es liberar toda persona de todo tipo de opresión y esclavitud: tanto interna (el pecado, el miedo, las envidia, el mal pensar, el desprecio del otro…) y la externa (las enfermedades, las injusticias, la marginación, el desprecio..) Lo que hace y dice causa impresión, nadie había llegado a tanto. Las gentes están contentas, los dirigentes y los grupos religiosos están preocupados y se oponen. Marcos, nos indica que empieza así un proceso de oposición, de control y espionaje de las acciones de Jesús, que le llevará a la muerte. Muerte porque no se retracta de hacer lo que hace como Hijo de Dios que busca la gloria del Padre y el bien, la alegría y la felicidad de las personas.

        Jesús, ha vuelto a Cafarnaún después del revuelo que se armó por la curación del leproso, está en una casa y le traen un paralítico en una litera; no pueden acercarse a Jesús por su enfermedad y por la cantidad de gente que tapona la puerta. Pero tiene magníficos amigos que le quieren libre y curado. Cuando hay amor gratuito, no hay estorbos, todo se vence: rompen el techo y descuelgan la litera hasta la presencia de Jesús.

        También estos niños y niñas que serán bautizados, tiene personas que les quieren y les han traído a la presencia de Jesús: sus padres, sus abuelos, sus padrinos, sus catequistas. Posiblemente ellos solos encontrarían la puerta taponada por perjuicios, por falsas ideas, por desconocimiento, por ambiente en contra. Pero Jesús, que está vivo, siempre encuentra personas que ayudan, por eso estos niños/as tienen amigos que desean para ellos lo mejor, también a nivel espiritual: padres, abuelos, catequistas, padrinos, … Y Jesús que se emocionó al ver el esfuerzo de los camilleros para que esa persona fuese vista por Jesús, bendice y valora su fe. El enfermo no dice nada, es suficiente, para el inicio, la fe de los camilleros. También hoy, en este día de bautizo y del compromiso bautismal, Jesús bendice a estos padres, limpia el corazón de los niños y les regala el Espíritu Santo que ocupe el corazón limpio y libre. Esa semilla se ha de trabajar y tanto los padres, como los padrinos y la Comunidad que acoge, nos comprometemos a abrir caminos y espacio para que el Cuerpo de Cristo se vaya renovando con los nuevos bautizados.

        Hemos de abrirnos todos al Espíritu Santo, artista y constructor del Cuerpo terrenal del Cristo glorioso para que el Padre continúe construyendo su Reino de amor, justicia y verdad, por el único camino que los creyentes tenemos, el de Cristo cuyas huellas hemos de seguir sin desfallecer.  Estos niños y niñas son el regalo que Dios nos da para que veamos el futuro del Reino, entre nosotros, con optimismo.

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