jueves, 13 de diciembre de 2012

III domingo de adviento.


 
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE SOFONIAS 3,14-18a

Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel, alégrate goza de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. El se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.

SALMO RESPONSORIAL
Is 12, 2-3, 4bcd.5-6

GRITAD JUBILOSOS: "QUE GRANDE ES EN MEDIO DE TI EL SANTO DE ISRAEL”.

El Señor es mi Dios y salvador;
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor
él fue mi salvación.
Sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.
 
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas.
Proclamad que su nombre es excelso. 
 
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
"Qué grande es en medio ti
el Santo de Israel."

SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES 4, 4-7

Hermanos:

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y suplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

ALELUYA Is 61,1

El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres.

EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 3, 10-18 

En aquel tiempo, la gente preguntó a Juan:

-- ¿Entonces, qué hacemos?

Él contestó:

-- El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.

Vinieron también a bautizarse unos publicanos, y le preguntaron:

-- Maestro, ¿qué hacemos nosotros?

Él les contestó:

-- No exijáis más de lo establecido.

Unos militares le preguntaron:

-- ¿Qué hacemos nosotros?

Él les contestó:

-- No hagáis extorsión a nadie, ni os aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga.

El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:

-- Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene en la mano la horca para aventar la parva y reunir el trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.

Añadiendo otras muchas cosas exhortaba al pueblo y les anunciaba la Buena Noticia.

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