El buey y
la mula
Se está creando mucha
polémica a partir del último libro de Benedicto XVI, titulado “La infancia de Jesús”, libro de fácil
lectura que os recomiendo. En síntesis el Papa dice que María colocó a Jesús en
un pesebre, un lugar donde comían y guardaban a los animales, normalmente una
gruta, lugar poco acogedor para el parto. Posiblemente los animales que allí
comían no eran el buey y la mula. Pero estos dos animales, aunque no estuvieran,
son muy significativos porque como dice Isaías 1,3: ”mientras su pueblo no reconoce a su Creador, el buey y la mula sí
reconocen a su Amo”. Otra nterpretación es que estos dos animales
representan a los judíos y los gentiles, gente antagónica pero que ante el
nacimiento del Salvador ambos lo acogen. Los dos animales, pues, representan a
la humanidad antagónica que ante el
humilde nacimiento del Niño reciben la epifanía de la presencia del Salvador.
Los belenes cristianos, desde San Francisco de Asís, en el siglo 13, han
situado al buey y la mula junto al pesebre. Y el Papa concluye: Ninguna representación del nacimiento
renunciará al buey y al asno”. (Pág 77)
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