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El dolor de la muerte de un amigo, ha reunido hoy a un gran grupo de personas en torno al féretro de Juan, que falleció el pasado 24 de mayo.
Por delante de todos, su familia, su esposa, hijos, las esposas de estos y su nieto Jonathan ( las mellizas aun son demasiado pequeñas y las han ahorrado ese triste momento). Sus hermanos, cuñados y demás familia.
Y después, todos los demás. Otra gran familia formada por amigos, vecinos, compañeros de trabajo, de sindicatos, feligreses de su parroquia de Sant Miquel, etc. etc. Todos unidos para dar el último adiós a una persona siempre dispuesta a todo, a ayudar aquel que lo necesitara y al que no también.
Una ceremonia llena de sentimiento ha servido para despedirle. Podrían haber sido muchas las personas que hubieran podido explicar muchas anécdotas de su vida, pero ello no hubiera hecho cambiar la idea que todos teníamos de él, sólo reafirmarlas.
Sus creencias políticas, puede que hagan a muchos creer que era imposible que a la vez fuera un convencido cristiano, y nada puede estar más lejos de la realidad que mantener esa idea. Las ideas de la izquierda política, son las más cercanas a el modelo de vida que vemos de Jesús en el Evangelio.
Tristes por la pérdida del amigo en esta vida, hemos de ser valientes y confiados en la resurrección a la que todos somos llamados por la del propio Jesús, y confiar en que la misericordia de Dios ya ha acogido a nuestro hermano a su lado, y que allí nos espera para poder seguir todos siendo los hermanos que deberíamos de ser ya en esta vida.
Felipe Solís.
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