miércoles, 17 de agosto de 2011

XXI domingo del tiempo ordinario.




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PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 22, 19-23



Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:

-- Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Jelcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.



SALMO RESPONSORIAL

SALMO 137



SEÑOR, TU MISERICORDIA ES ETERNA, NO ABANDONES LA OBRA DE TUS MANOS.



Te doy gracias, Señor, de todo corazón;

delante de los ángeles tañeré para ti.

Me postraré hacia tu santuario,

daré gracias a tu nombre.  



Por tu misericordia y tu lealtad,

porque tu promesa supera a tu fama.

Cuando te invoqué, me escuchaste,

acreciste el valor en mi alma.



El Señor es sublime, se fija en el humilde,

y de lejos conoce al soberbio.

Señor, tu misericordia es eterna,

no abandones la obra de tus manos.



SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 11, 33-36



¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.



ALELUYA Mt 16, 18



Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.



EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 16, 13- 20



En aquel tiempo, llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo y preguntaba a sus discípulos:

-- ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?

Ellos contestaron:

-- Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.

Él les preguntó:

-- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

-- Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

Jesús le respondió:

-- ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Mesías.
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