sábado, 25 de junio de 2011

Prou retallades!!!

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Alfombra de flores



 En la barriada del Padró, con la fiesta del Corpus Chisti, aparece en el centro del la Plaza del Trinquis una pequeña alfombra de flores, vestigio de aquellas que se hacían para que pasara la presencia real de Jesucristo bajo la especie de pan cuando, por estas fechas salía, a visitar y bendecir a sus gentes de la barriada. Una sociedad en lucha a favor del laicismo, no sólo ha suprimido el Chisti, quedándose con la Fiesta del Cuerpo (¿qué sentido tiene?), sino que ha encerrado la presencia eucarística de Cristo en los templos católicos.
Ese vestigio, mantenido por l’Orfeó Catalònia, como expresión cultural pone en evidencia, cada año, algún acontecimiento importante, el mensaje de la alfombra, de este año, es “PROU RETALLADES”. Sobre un fondo blanco, una C, de Catalunya, unas tijeras que cortan parte de la C y unas gotas de sangre. Son signos, aunque realizados como expresión cultural, de la presencia de Cristo: “esta es mi sangre derramada, para que vosotros tengáis vida”. Y más sabiendo que la presencia real de Cristo en el pan y el vino consagrados son acompañados por su presencia en toda persona que sufre por la injusticia, la incomprensión fruto de las estrategias de los sistemas políticos, económicos o sociales. Hoy Cristo, está derramando su sangre al sangrar la organización social a muchos de los ciudadanos porque el predominio del dinero y su mercado está sacrificando a much@s, que todavía no han pasado a ser sentidos como hermanos y si como decía Jhon Stuart Mill, en el siglo XVIII definiendo “el modo de vida inglés” que  se caracteriza  porque “todo el mundo actúa como si los demás (con poquísimas excepciones, si es que hay alguna), fuesen enemigos o estorbos” (Autobiografía, pág. 80).  El individualismo, desde su teoría considera que los individuos humanos pueden alcanzar su plena realización sin necesidad de la sociedad, cada uno se ha de espabilar, como si todos partiéramos con las mismas posibilidades. Si para el individualismo, el individuo se ha de espabilar sin ayuda, para el colectivismo, lo valioso no son los individuos, sino la colectividad. Los individuos se pierden en la colectividad, como una gota de agua se pierde en el mar. Para los cristianos, la persona humana no es sólo parte de la sociedad, sino que tiene valor por si misma, porque “no formamos una sociedad de iguales, sino una comunidad de diversos, de únicos” (K. Rahner. El individuo en la Iglesia, pág 29).
Por eso nos preocupa cada persona y nuestras acciones van en ayuda y salvaguarda de los derechos de las personas, empezando por los básicos y por ello nos preocupa que la Sra. Merkel pretenda reducir la aportación comunitaria al Banco de Alimentos un 75% a partir del año 2012, o que en Cornellà, el CAP Almeda-Fuensanta, se desmantele. Empezar las actuaciones por el más débil, es abuso de poder, es dictadura. Como nos indica la alfombra de l’Orfeó, es sangrar a personas que no son culpables.

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