viernes, 29 de abril de 2011

El que Vive da Vida.

El Que Vive da Vida




Escrito por: Juan Masiá Clavel [blogger] el 21 Abr 2011 - URL Permanente

MEMENTOS DE MUERTE Y ÁLBUM DE RESURRECCIÓN

Fotos familiares

“Por un memento cualquiera”. subtitulaba el diario Japan Times (Abril, 17) las fotos del reportaje con imágenes de supervivientes del terremoto. Rescatadores, voluntariado y personal de servicios públicos trabajaron cuidadosamente al desescombrar: no querían tirar como basura restos con huellas hogareñas. En el suelo de un gimnasio en Natori, provincia de Miyagi en Japón noreste, se alinean cientos de cajas con miles de fotos y objetos personales recuperados tras la catástrofe. Otros miles de fotografías cuelgan en tendederos improvisados en el mismo local. Una niña huérfana, un hombre viudo o una anciana sin familia recorren con su mirada la exposición a la espera de un recuerdo casero.

La mayoría de estos retratos no serán reclamados por nadie, desaparecidas las familias que los recordarían. Una investigación paciente en computadoras policiales o de registros civiles podrá deducir sus identidades, pero esa memoria externa no reproducirá jamás el recuerdo interno de las personas para las que esas escenas fueron vida cotidiana, lazo íntimo y calor familiar. Las computadoras tienen memoria; las personas, recuerdos: vivimos con y de evocaciones de raíces de vida...

La Biblia, álbum familiar

Se pueden hacer estudios filológicos, histórico-críticos y literarios sobre los textos bíblicos sin necesidad de que quien investiga sea creyente. Pero una lectura creyente, además de tener en cuenta esos estudios y servirse de ellos para enriquecer el estudio de la Biblia “desde fuera”, se pone a la escucha del texto “desde dentro”: desde el seno de una comunidad de interpretación animada por el Espíritu. Con fe en “El que vive y da vida”, recuerdan, transmiten y reinterpretan “Su Palabra”. A la familia reunida, que comenta el álbum de fotos recreando sus escenas, se le convierten “los recuerdos de esperanzas en esperanzas de recuerdos”, como diría Unamuno.

“El Que Vive” da vida: diez instantáneas evangélicas de resurrección

Instantánea 1: Ángeles y Marías

Dos Marías tiemblan ante una tumba entreabierta por terremoto (Mt 28, 1-8), Temen mirar dentro. Voz angélica las calma: “Éste no es el sitio de buscarle. Entró en la Vida y no está aquí. Id al lugar donde os espera, en la Galilea de vuestro día a día”.

Instantánea 2: Irrupción de “El Que Vive” en mitad del camino

Corrían las chicas entusiasmadas camino de la plaza vaticana de san Pedro, mejor dicho, de Jerusalén. Les corta el paso “El Que Vive” y les cambia la hoja de ruta en dirección opuesta, hacia Galilea: “Muchachas, a la rotonda y cambio de carril, rumbo a Galilea: la Galilea de los de fuera, las otras y los otros de otras fronteras; Galilea de naciones, Galilea de libertades, Galilea de injusticiados y empobrecidas, Galilea de hombres y mujeres con derecho a vivir como personas... Y, de paso, decid a mis amigos -Pedro, Santiago, Juan y compañía- que no se dejen engañar por el navegador multinacional, que descuelguen el Marcos o el de Mateo para no extraviarse” (Mt 28, 9’10).

Instantánea 3: En la Curia, firman un cheque

En las pantallas de vigilancia del servicio de seguridad registraron la conversación de “El Que Vive” con las mujeres. Porque las tenían muy fichadas. “Pobres, mujeres y encima embaucadas por el Jesús ese de las Redes con el cuento de la liberación”, decía el comandante,“no se las puede dejar solas”. Pero al oficial que detectó la imagen le remordía la conciencia. Marcó el número rojo del Secretario de Estado: “Señor, le paso en PDF la grabación, he comprobado que no es montaje, Él está vivo, ha hablado con las mujeres y dirige la operación “Libertad de espíritu”... Hay que convocar gabinete de crisis”. Le contestó un e-mail purpúreo a vuelta de correo: “Silencio, Giuseppe, silencio. Si esto se hace público y sale en El País, nos va a salir peor que lo de Maciel. P.D.: Por correo interno te mando el sobre sellado con el cheque para que selles tus labios”. (Mt 27, 62-66).

Instantánea 4: Toda, todo, todas y todos: en griego, pas, pasa, pan

En las oficinas de la brigada científica analizaron el mensaje cifrado de Mateo. (Mt 28, 16-20). “No hay duda, el código está en griego: el adjetivo pas, pasa, pan, que se traduce como “todo”, se repite cuatro veces.” Descifrado: A este Jesús se la dado “toda potestad” (pasa exusía) para liberar; dirige la operación liberadora “Monte de la Ascensión”. Ha lanzado un mensaje para “todos los pueblos” (panta ta ethne) y no excluye ni a uno de los en vías de desarrollo; su programa incluye toda su doctrina (panta osa eneteleinámen), sin excluir ninguna de las ocho bienaventuranzas revolucionarias; y garantiza ponerse él mismo en persona al mando de la operación “todos los días” (pasas tas hemeras) hasta la consumación de los siglos”. Descifrado el mensaje, lo enviaron por urgente a la Casa Blanca y a la Secretaría de Estado vaticana, con un letrero rojo que decía: “Top secret, interés común de secreto en ambas oficinas para ocultar la operación Ascensión”. (Mt 28, 11-15).

Instantánea 5: De uniforme blanco anti-radiaciones

La réplica del terremoto hizo caer por tierra a las tres chicas. Salomé palideció y María quiso gritar, pero se ahogaba. Malena, en cambió, sonreía, diciendo para sus adentros: “La que has liado esta vez, Jesús, eres único...” La losa de la tumba se había partido en dos. El chico con rostro de ángel, uniformado de blanco con impermeable anti-nuclear, medía con el contador Geiger el nivel de radiación. “¿Qué habrían metido en esa sepultura? Despide más miles de milisivertes que los tolerados por ningún gobierno del mundo en sus centrales nucleares. No se acerquen, que es peligroso”. Pero Malena le interrumpió sonriente: “No hay miedo, chico. Si nosotras estamos ya contagiadas de resurrección. Ahora hay que contagiar al mundo entero con esas radiaciones. Y mientras Salomé y María salían huyendo poseídas de estupor, Malena se acercó al ángel y le dio un beso de vida de parte del Viviente, para que le perdiera el miedo a las radiaciones de “El Que Vive y da vida”. (Mc 16, 1-8).

Instantánea 6: Visible e invisible, el del turbante

Por el camino de Emaús: Juan, Cleofás y Malena se encuentran con el del turbante que les anima. Paran bajo la higuera a merendar. Mientras Malena parte el pan y reparte el vino, su rostro y el del peregrino se confunden en la foto, montaje inesperado, y el del turbante se hace invisible. A Cleofás y Juan se les abren los ojos: “¡Era El Que Vive! Corramos a contarlo. Se le encuentra en el Camino, en la Palabra y...cuando ellas parten el pan... (Lc 24, 13-35).

Instantánea 7: Un beso al alba

La madrugada del Domingo el Rabbuní se presenta radiante, llamando por su nombre a una creyente enamorada para darle un recado importante: “María, dile a mis amigos y amigas que yo no era ateo ni blasfemo, como creyó el Sanedrín, que vine para que todos y todas tengan vida en abundancia, que vivía en el Espíritu, movido por el Espíritu y que ahora vivo en el seno de Abba, Fuente Viva de la vida. Diles que os espero en la Vida”. Y un beso interminable de vida la dejó extasiada en brazos de El Que Vive. Así fue como empezó aquella mañana esta comunidad de amigas y amigos de El Que Vive, que veinte siglos después siguen enredadas y enredados en las redes del amor y la vida...”(Jn 20, 11-18).

Instantánea 8: El móvil de Tomás es un petardo

Tomás no se fía ni de su sombra, hasta cuando compra el periódico pide un recibo. “Eso de que Él vive os lo habéis inventado”. Pero al oir Su voz quedó perplejo.(Digo Su voz porque, según los cuatro registros de la buena noticia -Marcos, Mateo, Lucas y Juan-, al que vive no se le ve, sino se le escucha con fe para que se abran los ojos del corazón,...). Y El Que Vive dijo: “Mete tus manos en mis llagas” ( (Jn 20, 24-29). Tomás palpó solamente con la izquierda, mientras con la derecha empuñaba el móvil para fotografiar la prueba. Sorpresa la suya al volver a su aposento y conectar la computadora. Ni en pantalla ni en impresión aparece el Resucitado en la foto, solamente la mano de Tomás tratando de tocar lo invisible. “Este teléfono es un petardo o este ordenador está anticuado”, protestó. Y tuvo que explicárselo Juan. “El cuerpo glorioso del Resucitado no sale en las fotos. Su presencia es real, no física. No se le encuentra en pruebas, ni en el retorno al pasado o en la vuelta a esta vida terrena. El Que Vive para siempre ha entrado en la Vida Definitiva de Abba. Se le encuentra en la comunidad, donde se reunen por su Espíritu dos o tres en su nombre para el auténtico culto en Espíritu y Verdad, en el Espíritu que animaba a Jesús y en la Verdad que es el mismo Jesús en persona; se le encuentra trabajando siempre en la obra liberadora de Abba (Jn 4, 34: su obra, su opus, su ergon)”.

Instantánea 9. Boquerones de almuerzo en Tiberíades

Pedro, en calzoncillos, se esforzaba tirando de una red a punto de romperse. “Toda la noche sin pescar uno solo y ahora, de pronto, no damos abasto. ¿Qué te parece Juan?” “Ya te lo dije, Pedro, que por la derecha no se pesca nada. Hay que echar la red por la izquierda, que es por donde actúa el espíritu del Maestro”. “Vaya, Juan, tú siempre de progresía irónica, les va a entrar pelusilla a los blogueros talibancillos y a las cigüeñas desnortadas...”. A todo esto, la barca atracó y en la playa les esperaba arremangado El Que Vive, ofreciéndoles boquerones asados a la brasa. “Ya sabéis, chicos, a la hora de la verdad lo que cuenta es vivir y dar vida, venga, demos gracias por la vida y a degustar los boquerones”. (Jn 21, 1-14).

Instantánea 10: El Papa Pedro se confiesa

Mientras Felipe y compañeros atacan los boquerones y los riegan con un vinillo, El Que Vive toma aparte a Pedro, mientras Juan a distancia mira de reojo. “Así que, tú Pedro, me quieres, ¿verdad?” (Jn21, 15-23) “Sí Maestro, pero... es que con esto de ser Papa me has metido en un lío.” “No, Perico, muy sencillo. Funciona en colegialidad con Malena, que es más joven que tú. Y luego que te sustituya ella. Van a ser muy distintos los próximos siglos de historia de nuestro movimiento de pescar gente para la vida, si estas chicas se hacen cargo de la dirección”. “Pero , Maestro, si perdemos el poder, la barca se hunde, no se puede dejar el timón en manos de mujeres”. “Hombre de poca fe, aprende de Juan Marcos, mira qué bien deja escrito en su diario evangélico lo que os dije para que no se olvide: que entre vosotros no sea así, que no busquéis el poder” (Mc 10, 41-45). “Ya. Maestro, pero es que aunque yo sea Papa, ese Juan que nos está mirando desde allí tiene mucho peso entre los doce y dice unas cosas un poco peligrosas, que luego las difunde en sus meditaciones Martini”. “No, Pedro, no, tú deja que Juan sea Juan y Malena sea Malena, aprende de mí que abrazo con amor lo mismo a jesuitas que a opusianos, como con fariseos y publicanos, parto y reparto pan y vino, comparto con neocons y progres, con tal de que todos y todas amen, perdonen y pacifiquen. Olvídate de cotillear cómo es Juan o cómo es Santiago. Tú sígueme y que mi movimiento de las redes siga adelante. Llegará un día en que otro te ceñirá y pasarás el mal trago que yo pasé, pero por ahí se entra en la Vida y ahí te esperaré. Entretanto confirma a tus hermanos y hermanas en la esperanza, dales ánimo y alegría: y en cuanto al resto, incluidos dogmas y excomunioness, mitras, tiaras y capas pluviales… mejor que te desentiendas”.


























































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