Feliz Pascua
Jesús nos dijo. “pobres siempre tendréis entre vosotros”, Juan y Pedro,
nos relatan los Hechos de los Apóstoles, en los primeros días de la
Resurrección de Jesús, van al Templo y una de las puertas un tullido les pide
una limosna. Los dos discípulos no tienen dinero, pero no pasan de largo sino
que se interesan por el que se ha dirigido a ellos y le dicen:”No tenemos ni
oro, ni plata, te damos lo que tenemos: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa
a andar”. Agarrándolo de la mano derecha, lo levantan y todo su esqueleto se
endereza, el tullido entra con ellos en el Templo a orar y dar gracias a
Dios, la gente se interroga.
Creo que es muy importante que
conozcamos a las personas, que acojamos, nos interesemos por ellos y
escuchemos, esta simple acción cambia la visión que tenemos de la persona
concreta, seguro que tenéis muchas experiencias. Es importante dar la mano
(Jesús toca al leproso), aunque se nos pueda decir que somos unos …, a Jesús le
llamaron pecador, ¿qué nos ha de importar?.
Es importante paliar el hambre, la
necesidad concreta, lo estamos haciendo y lo hacemos bien, la Iglesia (los
cristianos) y otras personas que nos ayudan, a veces sin ser creyentes, estamos
solucionando muchas situaciones, normalmente de una manera no definitiva pero
sí aligeramos alguna situaciones.
¿Esto lo debemos hacer los cristianos?
Dar comida, pagar becas de comida a niños, pagar consumos de agua, gas,
electricidad; pagar pensiones o habitaciones para que no se duerma en la calle,…
¡Claro que lo hemos de hacer!, la razón nos la da el Maestro: ¡Dadles vosotros de comer! O, “tuve
hambre y me diste comer, sed y me vestiste, estaba enfermo y me visitaste, en
la cárcel y viniste a verme,..” Lo hemos de hacer, hemos de compartir con los
hermanos todo cuanto podamos. ¿Es suficiente?
Juan y Pedro liberan de su postración a
aquella persona en nombre de Jesucristo y él da gracias a Dios. El Papa,
Francisco, nos ha dicho que la Iglesia “puede caminar cuanto queramos, podemos
construir muchas cosas, pero
si no confesamos a Jesucristo, no vale. Nos convertiríamos en una ONG
filantrópica, pero no seríamos la Iglesia, esposa del Señor.
Cuando no andamos, nos detenemos...”
Quizás
no sabemos cómo hacerlo porque llevamos años que no se ha hecho, hemos de
comenzar a preguntarnos si Alguien que da sentido a nuestro vivir, que nos
acerca a compartir y servir a los más necesitados: ¿podemos estafarles la mayor
riqueza personal y comunitaria que tenemos, Jesucristo? Si para nosotros es
vida, ¿cómo anunciarlo a los otros, sin coaccionar, ni adoctrinar, sino
manteniendo la gratuidad y el amor al necesitado? Necesitamos profundizar sobre
el tema, dialogar mucho entre nosotros y hacer oración.
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