sábado, 10 de septiembre de 2011

Tornem al col·legi.

.

.

Tornem al col·legi:



     Con el inicio del curso escolar, se da un paso importante  para reiniciar  las actividades suprimidas durante el verano o para iniciar nuevas que se han pensado y programado durante estos meses pasados.

     Volver al colegio es una actividad que posibilita un mayor descanso y quehacer de los padres y abuelos y un mayor trabajo para los niños y niñas que son animados a estudiar, a realizar actividades escolares y extraescolares, también se ha de contar con un mayor gasto, sobre todo al inicio de curso. Ellos no son conscientes y cuando entran en cualquier tienda de objetos escolares, todo lo quieren; no están dispuestos a renunciar a nada, quienes renuncian son los padres que en la medida que los hijos avanzan ellos se van quedando para atrás en satisfacción de deseos. Así ha sido siempre y sólo se valora cuando te toca a ti hacerlo. Entre todos hemos de valorar esta acción y agradecer este sacrificio y a la vez sugerir que a los hijos es mejor dedicarles tiempo que alegrarles comprando cosas. Sabemos lo difícil que es convivir con ellos por las exigencias del trabajo, quien lo tenga, y el malestar que crea en algunos padres el no poder dedicar horas a sus hijos. En esta sociedad en crisis, deberíamos ir apuntando soluciones que pasen por posibilitar una mayor convivencia entre los padres y entre los padres y los hijos.

     A los padres y a los abuelos, que sois los que más contacto tenéis con la comunidad, os pedimos que no os olvidéis de ir concretando y potenciando el compromiso bautismal. “Nos comprometemos a crear un ambiente familiar donde vayan aprendiendo a conocer y respetar a Dios y a los hombres”, dijisteis aquel día. La comunidad parroquial os ofrece tres cosas:



1.- La catequesis de primera comunión para los niños y niñas que hacen tercero.



2.- A partir de cuarto, una nueva catequesis que ayude a los niños y niñas a conocer más a Jesucristo, ir creciendo en la fe e ir concretando y personalizando lo que será su fe y su orientación en la vida, haga lo que haga.



3.- A partir de 14 años, la formación para la Confirmación. Si tenéis hijos, nietos o sobrinos de estas edades, ¡animadlos!, estamos preparados para acogerles y acompañarles.



     También quisiera sugerir otra cosa que me gustaría fuera bien entendida: Durante años ha disminuido muchísimo la consideración y atención a la vocación a los diversos servicios y ministerios dentro de la Iglesia en los países ricos, por tanto entre nosotros. A las personas no se les ayuda a pensar que como creyentes podían desarrollar su vida felizmente dentro de una vocación religiosa; mientras apartados del crecimiento espiritual y de la profesión religiosa se ha ido matando el sentido de la vida como don y vocación, para lanzarse a la carrera de más tener, más gozar, más disfrutar sin, decían, ninguna ligazón a nada. ¡Vana ilusión!

     Hoy, que las perspectivas no son tan halagüeñas, que ves entrar a muchos hombres jóvenes entre las 10 y las 11 de la mañana en los supermercados con cara de tristeza y amargura, seguramente consecuencia del paro. Hoy, sería interesante que volviéramos a valorar el don y la vocación, para ello hemos de posibilitar la comunión y acogida dentro de la Iglesia.  

     Estela Aldave, respecto al evangelio de estos últimos domingos que hacen referencia a la vida de la comunidad, dice: “El modelo de comunidad que nos presenta Mateo es el de una comunidad de hermanos en las que las murallas de las clases sociales, prejuicios, privilegios, autoritarismos se han de derribar para que nazca la comunidad de iguales y participativa”.



     Los creyentes, sabemos que cada uno de nosotros es un don de Dios para construir el Reino. Como en todos los siglos, aquí y ahora todos hemos sido dotados de una vocación que nos hemos de ayudar a realizar, también la de ser cura o religioso y religiosa. No lo olvidemos.

.

.




No hay comentarios: