viernes, 23 de julio de 2010

Trabajar la palabra.


.
.
En el salmo 119, versículo 33, encontramos:
.
“Enséñame, Padre, el camino de tus normas,
que las quiero seguir toda la vida.
Ayúdame a entender tu palabra,
para guardarla y seguirla de todo corazón.”

El Señor está deseoso de oír, hoy, está súplica de una persona de ayer, por eso os propongo un camino sencillo que nos puede ayudar.
Leamos el evangelio según San Mateo a partir del capitulo 3 y versículo 13 que lleva por título “El bautismo de Jesús” y a partir de aquí ir leyendo todo el evangelio, teniendo un papel o una libreta y un lápiz o bolígrafo e ir anotando, lo que el Padre o el mismo Jesús nos dice, ejemplo en el versículo 17, encontramos: “Y se escuchó una voz del cielo que dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”. Anotamos y si sólo leemos este trozo, meditamos y nos preguntamos ¿qué me está proponiendo el Señor? Mi meditación la escribo al lado y acabo con una oración de acción de gracias, ejemplo: “Gracias Padre por haber conocido a tu Hijo, o por habernos enviado a tu Hijo, o por orientarnos para que le conozcamos…. “ o de petición: “te pido Padre que me ayudes a conocer a Jesús, o que me dices Señor…”
Si se lee más trozo, no mucho porque perderíamos el hilo, se puede hacer lo mismo con todas las frases anotadas, bien una por una, o todas juntas. La oración, también, se anota.
Veréis como con el tiempo, las frases del Evangelio son nuestras frases.
.
.

No hay comentarios: