Aprovechemos el descanso.

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La época estival es propicia para mil y una situaciones diferentes a las que hemos vivido durante el año: paseo por las tardes, buscando el fresco, contacto con personas conocidas, nuevas amistades. Si salimos fuera, al pueblo, encuentro con familiares y amigos. Si salimos a otras partes de España o al extranjero, nuevos contactos, nuevos amigos. Todo son oportunidades que el Señor nos brinda para trabajar la fraternidad. Es muy importante que seamos personas positivas, dialogantes, receptoras de los otros, que podamos opinar, decir y no imponer. También es muy positivo tener las antenas abiertas para captar su cultura, su manera de ser, sus preocupaciones, en una palabra aceptar al diferente y ver que no es la diferencia la que nos separa y si la manera que tenemos de ver, de valorar al otro. Han pasado acontecimientos importantes en nuestro país, expliquemos las cosas como son, no avivemos ningún fuego, más bien pongamos paz y armonía. Llenemos nuestras mochilas de actitudes, proyectos, ideas que nos puedan ayudar a continuar creciendo y sobre todo hagamos lo posible por volver todos a la comunidad, vigilemos la conducción, tenemos mucho que hacer y es necesario que conduzcamos con precaución para podernos explicar y compartir lo nuevo que hayamos vivido. ¡Feliz agosto, a todos!

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