Aspectos centrales del mensaje y de la acción de Jesús. (1)

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Aspectos centrales del mensaje y de la acción de Jesús.

Plegaria inicial: Padre bueno, ayúdanos a vivir en sintonía con tu voluntad, y que siguiendo las huellas de tu Hijo, demos fruto abundante de buenas obras. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Presentación: En los próximos domingos, vamos a trabajar diversos aspectos del capítulo primero del evangelio según San Marcos. Desde el inicio, Marcos, señala los aspectos fundamentales de la vida y actividad de Jesús, Estudiaremos los siguientes:

                . La proclamación de Galilea: Mc 1, 14-15

                . La llamada de los primeros discípulos. Mc 1, 16-20

                . La curación de un hombre poseído Mc 1, 21-28

                . Restituye la dignidad del hermano: Mc 1, 29-39.

Estudiaremos cada uno de los textos y descubriremos la llamada que hace para nuestros tiempos personales y comunidad. Veamos:

I.- La proclamación de Galilea  (Mc. 1, 14-15)

        Es un texto conocido por todos nosotros, contemplemos qué dice:

Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva (evangelio).»

        Después de la presentación de Juan y de Jesús, el evangelista hace un resumen de todo el mensaje de Jesús. Este resumen es muy importante porque ya nos comunica cual será la motivación principal de la vida de Jesús. Aunque ya lo hemos estudiado, parece necesario que nos paremos otra vez y descubramos las dos partes de este mensaje:

1.-  Es un mensaje, una buena noticia, el evangelio de Jesús, el mensaje del Reino, al que Jesús servirá y nos invita a todos a acompañarle. La iniciativa es del Padre, de Él es el proyecto, es una manera nueva de incidir en el mundo que empieza en el corazón de los hombres. Benedicto XVI nos dice que es mejor hablar de Reinado o Soberanía de Dios que de Reino de Dios.

2.- El anuncio va acompañado de una llamada, que Jesús hace a todos: convertíos y creed. Es una llamada a la rectificación, ¡no inventéis a Dios, no juzguéis a Dios, conocedle! Dejad que Dios sea Dios! Escuchad lo que yo, que vengo de Él, os voy a proponer: Dios desea una nueva relación con los hijos/as desde el Amor. ¡Abridle vuestro corazón!

        El evangelista hace un comentario sobre la reacción de la gente:   “Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” (Mc1. 22).  Jesús, como buen judío, conoce las Escrituras y autores antiguos, pero la gente se da cuenta que no copia ni interpreta, habla de una experiencia nueva, la experiencia de alguien que tiene una íntima comunión con el Padre.

II.- La llamada de los primeros discípulos (Mc 1, 16-20)

Veamos el texto: “Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores.  Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.»  Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes;  y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. “

        Inmediatamente después del primer anuncio, Jesús llama a los primeros discípulos: Pedro y Andrés; Santiago y Juan. Más adelante llamará a los doce (Mc. 3, 13-19). Con ellos inicia la nueva comunidad, la comunidad de los seguidores de Jesús. La llamada tiene dos acentos que todavía hoy perduran:

        a) Venid conmigo, remarca la comunión de los discípulos con Jesús. La iniciativa es suya, venid, Jesús comienza con estos cuatro a trasmitirles su manera de vivir el amor del Padre y a hacer de ellos unos verdaderos seguidores;

        b) Y os os haré llegar a ser pescadores de hombres, indica así la misión. Jesús llama a hacer una comunidad con Él y esta comunidad tiene una misión. Son los dos aspectos fundamentales de la Iglesia. Lo bueno de todo esto es que Jesús afirma que con él seremos nueva gente: “os haré pescadores”. Tenemos buena madera que se ha de trabajar y Jesús se ofrece y pronostica que seremos diferentes..

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