lunes, 8 de diciembre de 2008

Roca: Un gran amigo.


Recordando al “ Roca

Al intentar hacer una pequeña reflexión sobre los cuarenta años que ha vivido con nosotros el padre Josep Maria Roca-Figuera s.j, me he dado cuenta que no es una cuestión fácil hacerla.

Por tanto no quisiera hacerla demasiado larga ni prolija, ni siquiera decir demasiadas cosas que luego no se recuerdan.

La vida de Roca entre nosotros ha sido una verdadera bomba de energía humana. Sus cualidades morales, su ímpetu de compromiso y su inteligencia profunda, ha sabido ser el gozo de nuestra comunidad de Cornellà, la felicidad de sus compañeros y la convivencia más fácil, entre sus alumnos.

A través del Evangelio nos hacia vivir estas energías religiosas para conseguir su único objetivo: acercarnos a Jesús. Su enseñanza era, que este combustible humano no se agotara, sin saber dónde teníamos que dirigirlo

Es admirable su sentido de la responsabilidad. Le honraba la dedicación plena no solo en la comunidad de San Miguel, con reuniones, preparación de las comuniones, bautizos, visita a enfermos, escuchar al que lo necesitaba con largos silencios…..en medio de un mundo donde predomina el egoísmo, el ruido, las prisas, que son el factor dominante, el consiguió no dejarse influenciar.

Cada domingo y festivos la preparación de la Eucaristía, nos hacia compartirla con el mensaje acertado en sus profundas e inolvidables homilías. A través de estas nos hacia mirar en nuestro interior y hacernos pensar que somos capaces de no solo ver el lado amargo y decepcionante de los demás y de nosotros mismos, sino que somos capaces de cambiar de perspectiva, y saber que el Señor está presente en nosotros por la fuerza y la voluntad de Dios.

Nos ha sabido transmitir que el mundo y la gente no somos hombres encerrados en un laberinto, que somos capaces de movernos y que en ocasiones estamos en un laberinto perdido, pero solo es un espejismo, porque nosotros caminamos hacia el Señor.

De Roca podríamos destacar tantas cosas…

Su saber hacer a todos sin excepción

El respeto hacia las personas humanas creyentes o no, todos se sentían apoyados por su delicadeza y trato amigable.

Reflexionaba contigo, en tus dudas, en tus caídas, en la incertidumbre de la fe, hacia que poco a poco te fueses convenciendo, que la esperanza es la auténtica ropa del espíritu y que es luz y sabiduría para comprender el significado de Jesús.

Servir a la humanidad, ayudar, compartir, gastar su vida amando a los demás, es decir, hacer suyas las bienaventuranzas. Amar el sentido de estas lo enamoró.

El siempre decía que el amor es tenaz si se sustenta en la esperanza, por eso cuando hablaba del amor apelaba a nuestras más hondas raíces; raíces de calidad que existen en cada persona.

Las raíces de la lealtad puesta a prueba durante el horario de su vida, las raíces del deber, eran fundamentales para él.

El partido de fútbol, su Barça del alma, lo más fácil hubiera sido sucumbir a la tentación, dejarse llevar…..pero no, para él la fidelidad al compromiso contraído era superior. La advertencia que nos daba, la grandeza del deber cumplido. Ejemplo de renuncia sobre la que ha sustentado la realidad de toda su vida.

Dios mío! Cuantos recuerdos, cuantos ejemplos, unos de colores vivos y otros quizá de colores en blanco y negro, pero siempre ayudándote a no desfallecer, siempre acercándote a Dios. Haciendo mías sus palabras solía decir.” A pesar de todo nunca somos unos desconocidos para Dios, somos suyos para siempre.”

Quisiera terminar con una frase que le dirigió a sus queridos alumnos “En un mundo donde se acostumbra a poner un rostro duro para impresionar a Dios, escoge el rostro de la benignidad y es esto lo que hace que la dureza se transforme en belleza, que lo domina todo.”

A continuación dijo un poema de Marius Torres:

“ Si m’haguessis fet nèixer pa de blat

Que senzill seria arribar a ser espiga

Llucar, crèixer, treure rebrots, florir en l’aire assolellat.

Entre olivers en una terra antiga.

Si m’haguessis fet nèixer raig de llum…

però m’has creat home fecund, fort.

Has obert un camí a la meva mesura,

I a cada instant he de buscar l’estel del nord.

En la nit nostra, viva, però obscura.

Tinc por, tinc confiança.”

Recordándote aquella expresión que un día te impresionó y dijiste que la recordarías con frecuencia hoy me atrevo a recordártela: Hay palabras que expresan llanto y llanto que expresan palabras.

Este es el mismo llanto que hoy nos enmudecen y no sabemos decirte nada en tu despedida.

Esta soledad que nos aísla.

Estas lágrimas que nos salen del fondo del alma y nos hacen recordar “Tu categoría humana”.

Toda la Comunidad de San Miguel te decimos:

Gracias por ser el Amigo que nunca nos olvidó.

Gracias por ser nuestra estrella del Norte.

Gracias por iluminar nuestras vidas.

Gracias por enseñarnos a valorar lo que es auténtico.

Gracias por dejarnos tener un Santo tan nuestro en el Cielo.

Isabel Salinas. (Miembro de la Comunidad Cristiana de San Miguel)

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