PRIMERA LECTURA
El Señor Dios se dijo:
-- No está bien que el hombre esté
solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.
Entonces el Señor Dios modeló de
arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo, y se los
presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el
nombre que el hombre le pusiera. Así el hombre puso nombre a todos los animales
domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no se
encontraba ninguno como él que le ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer
sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le
cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había
sacado al hombre haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre
dijo:
-- ¡Esta sí que es hueso de mis
huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y
serán los dos una sola carne.
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 127
QUE EL SEÑOR NOS BENDIGA TODOS LOS
DÍAS DE NUESTRA VIDA.
¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de
Jerusalén
todos los días de tu vida.
¡Paz a Israel!
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA
A LOS HEBREOS 2,9-11
Hermanos:
Al que Dios había hecho un poco
inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por
su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien
de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para
llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con
sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados
proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.
ALELUYA 1 Jn 4, 12
Si nos amamos unos a otros, Dios
permanece en nosotros y su amor ha llegado a nosotros en su plenitud
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 10,2-16
En aquel tiempo, se acercaron unos
fariseos y le preguntaron a Jesús para ponerlo a prueba:
-- ¿Le es lícito a un hombre
divorciarse de su mujer?
Él les replicó:
-- ¿Qué os ha mandado Moisés?
Contestaron:
-- Moisés permitió divorciarse dándole
a la mujer un acta de repudio.
Jesús les dijo:
-- Por vuestra terquedad dejó
escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios los creó hombre
y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su
mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola
carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
En casa, los discípulos volvieron a
preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo:
-- Si uno se divorcia de su mujer y
se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de
su marido y se casa con otro, comete adulterio.
Le acercaban niños para que los
tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les
dijo:
-- Dejad que los niños se acerquen
a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Os
aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no estará en él. Y
los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
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