viernes, 9 de octubre de 2009

Domingo XXVIII del tiempo ordinario.

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PRIMERA LECTURA
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LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA 7, 7-11
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Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de la sabiduría. La preferí a cetros y a tronos, y en su comparación tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro a su lado es un poco de arena y junto a ella la plata vale lo que el barro. La preferí a la salud y a la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella, me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
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SALMO RESPONSORIAL
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SALMO 89
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R.- SÁCIANOS DE TU MISERICORDIA, SEÑOR Y TODA NUESTRA VIDA SERÁ ALEGRÍA
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Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R.-
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Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo;
danos alegría por los días en que nos afligiste,
por los años que sufrimos desdichas. R.-
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Que tus siervos vean tu acción
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.-
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SEGUNDA LECTURA
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LECTURA DE LA CARTA DE LOS HEBREOS 4, 12-13
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La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada; todo está patente y descubierto a los ojos de Aquel a quien hemos de rendir cuentas.
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ALELUYA Mt 5, 3
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Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
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EVANGELIO
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LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 10,17-30
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En aquel tiempo, cuando Jesús salía al camino se le acercó uno corriendo, se arrodillo y le preguntó:
-- Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le contestó:
-- ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.
Él replicó:
-- Maestro, todo esto lo he cumplido desde pequeño.
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo a sus discípulos:
-- Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, da el dinero a los pobres --así tendrás un tesoro en el cielo--, y luego sígueme.
A estas palabras él frunció el ceño y se marcho pesaroso porque era muy rico.
Jesús mirando alrededor, dijo:
-- ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió:
-- Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.
Ellos se espantaron y comentaban:
-- Entonces, ¿quién puede salvarse?
Jesús se les quedó mirando y les dijo:
-- Es imposible para los hombres no para Dios. Dios lo puede todo.
Pedro se puso a decirle:
-- Ya ves que nosotros lo hemos dejado y te hemos seguido.
Jesús dijo:
-- Os aseguro, que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más --casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones--, y en la edad futura la vida eterna.
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