Full parroquial 42 de 23 de novembre de 2008

CALENDARI D’ACTIVITATS:

Diumenge 23: Misses a les 10h, 12 h, i a les 20 h
Dilluns 24: 19 h. Curs bíblic
Dimarts: 25: 17,30 Catequesi de 1er. i de 3er
Dimecres 26: 17,30 Catequesi de 1er.

18,30 Pregària a la Cripta.

19,30 Eucaristia
Dijous 27: 17 h Pregària a la Cripta ;19 h formació
Divendres 28: 20 h. Eucaristia de difunts.
Dissabte 29: 20 h Eucaristia
Diumenge 30: Misses a les 10 h, 12h, 13 h i a les 20 h

Notícies :
1.- A la col·lecta de GERMANOR, es van recollir 385 €, l’any passat van ser 617 €. El 37,6 % menys que l’any anterior. Gràcies

2.- Los próximos domingos y en plan experimental, a la entrada del templo colocaremos unas hojas para que quien quiera pueda redactar una oración, que después se leería en la ORACIÓN DE LOS FIELES, han de ser oraciones cortas y con miras generales. No pensar sólo en nuestra situación o en la de mis familiares, también de los colectivos de enfermos, de las catequesis, de la solidaridad y Cáritas, de los que han muerto, de la paz, del estudio bíblico, de los parados, de los que duermen en la calle, de la Iglesia, de nuestra parroquia, etc

La fórmula puede ser esta:

Te damos gracias, Señor, porque …………
Et donem gràcies, Senyor, per què…….
Y te pedimos que…………….
I et demanem …..
Roguemos al Señor:
Preguem al Senyor …….

Reflexió:
Hoy celebramos la Fiesta de Cristo, Señor del Universo. El despreciado hace 2000 años, con el tiempo será reconocido como el Señor, esto es lo que celebramos hoy. En ese tiempo está nuestro tiempo y en la medida que nosotros aceptemos a Cristo como Señor y Dios, escuchemos sus palabras y obedezcamos sus mandatos posibilitaremos que el Reino se extienda, la justicia de Dios sea una realidad ente nosotros y la paz y alegría constante sea lo normal en nuestro mundo. Esto no es así y nos toca apoyar el hombro. El cristiano es una persona activa, transformadora, constructora del Reino, trabajando codo con codo con Dios, Él es el que dirige, nosotros obedecemos. ¡Cuánto avanzamos!, lo veíamos el domingo pasado y ¡cuánto falta por hacer! Los hombres del Reino no quedan en paro. El paro ha de movilizar a los hombres del Reino, construyendo un sistema económico más justo donde prime el interés y el bien del ser humano y la ganancia, cueste lo que cueste. Esta crisis es más dura que las anteriores porque son muchas las parejas jóvenes que se ven atrapadas por las hipotecas, no pueden dormir, ni respirar. Parece que sólo han sido hechos para trabajar. La persona humana, han conseguido, que sólo viva para el trabajo. Utilizando un derecho: tener un piso, se le ha esclavizado de por vida. La hipoteca le ha robado la paz, el sueño, la familia y si no puede trabajar, hasta el propio piso que se lo quedarán los bancos ¿Quién defenderá a todo este colectivo de personas? ¿Quién defenderá a los hijos de Dios que están sufriendo de está manera tan inhumana?
Ya veis porqué los cristianos no podemos estar de brazos cruzados, porque muchos, también, estamos en esa situación, nos han obligado a firmar contratos de usura. Esos que se han hecho ricos a costa de la mayoría, no se han saciado nunca y han querido más y más, construían más pisos, ¡qué importaba el precio!, se empeñaban y después repercutían sobre los compradores, hasta que las casas de empeño (bancos) han dicho basta porque querían asegurar sus beneficios y todo ha quedado encallado. Alguien se ha querido hacer rico en poco tiempo y el gobierno no ha controlado. La avaricia, rompe el saco, nos enseñaron de pequeños. Y ahora lo estamos experimentando. También nos han enseñado que Dios escribe recto con renglones torcidos. Dios está hipotecado, parado, sin dormir, ni descansar porque comparte la vida y la situación de sus hijos que más sufren. Por eso nos anima a cambiar, a convertirnos. Si queremos podemos trabajar para mejorar el sistema, cambiando la finalidad, en el lugar del beneficio y el capital; pongamos a la persona humana y sus necesidades. Viviríamos mejor, seríamos más felices y los corazones se acercarían. El constante trabajo de Dios se vería recompensado con una sociedad que habría avanzado en justicia y fraternidad. ¡Cuánto hemos de trabajar, Señor! ¡Ayúdanos! Y Dios será glorificado en sus hijos.