Parròquia Sant Miquel. Cornellà

DOMUND:

 

El responsable internacional del Domingo Mundial de las Misiones (Domund), Timoteo Lehane, ha afirmado hoy que "el papa Francisco es el ejemplo de los misioneros anónimos" que "están besando los pies del mundo".

Lehane ha hecho estas declaraciones en la presentación de la jornada del Domingo Mundial de las Misiones, que se celebrará el 20 de octubre bajo el lema "Fe + Caridad = Misión", y cuyo cartel recoge la imagen del papa besando el pie de un joven en Jueves Santo.

"El año pasado pocos conocían a Bergoglio, y hoy nos emociona a todos", ha subrayado el secretario general de la Obra Pontificia de Propagación de la Fe en una rueda de prensa.

Lehane ha reconocido que las aportaciones mundiales de los fieles cayeron en más de 40 millones de euros en los últimos años, y ha recordado que las peticiones de asistencia siguen aumentando. "Muchas veces no podemos ayudar como quisiéramos", ha lamentado.

Según el responsable internacional, las aportaciones de Europa y América del Norte han disminuido, al contrario que los países de África, Asia, Oceanía y América del Sur, "cada vez más generosos dentro de sus posibilidades".

En España se han recogido 169 millones de euros desde 2008, y su envío de misioneros supera los 13.000. El país "puede estar orgulloso de ellos", ha dicho Lehane.

El dinero recaudado se destina a proyectos de evangelización y de apoyo a los misioneros.

"Allí donde haya una persona que quiera cambiar el mundo, hay un misionero", ha destacado el responsable del Domund, quien ha garantizado el buen uso que se hace de estas donaciones: "el céntimo que dona un niño en una hucha llega para comprar un ladrillo en Madagascar", ha dicho.

Aunque la media de edad de los misioneros supera los 70 años, Lehane ha insistido en que tienen mucho que decir a los jóvenes que "esperan ansiosamente ejemplos como los del papa Francisco".

"Todos podemos ser Domund", así se ha referido Lehane a la campaña #YoSoyDomund, lanzada por las obras Misionales Pontificias de España.

 

Todo lo que se recoja en las Eucaristías, el día 20, se enviará para colaborar con los misioneros que están dando a conocer a Jesucristo a todos aquellos que no lo conocen y para colaborar en su servicio a los pueblos pobres.