1º de Mayo
Parece que
este año ha sido más reivindicativo que los anteriores. Han sido estos unos
años de contención; la situación iba siempre a peor y pocos se movían, esto ha
significado que los gobiernos hayan recortado derechos sociales (pensiones,
sueldos, sanidad y educación) como les ha parecido mejor. El resultado ha sido
que toda la ciudadanía estamos pagando cantidades inmensas a banqueros sin
escrúpulos y a especuladores y corruptos que no pisan una cárcel ni por
asombro, mientras pequeños delincuentes se pasan años. Hay una economía para
los poderosos (empiezan los beneficios para la banca, pero no devuelven todo lo
que se les ha entregado, ni reparan el mal que han hecho (hipotecas, ni
preferentes) y una justicia para los poderosos (se conocen por sus nombres y
apellidos tanto a personas, como a partidos, que han estafado, que han
negociado desde la mentira y la ilegalidad y los juicios son eternos y la
cárcel está vetada para ellos: ¡la justicia no es igual para todos!)
Nos
dicen que estamos saliendo de la crisis, en los periódicos leemos que los
beneficios van para arriba en el sector bancarios y algún otro; que aumenta el
número de parados y que hay centenares de miles de personas que no tienen
ningún ingreso al mes; más de 900 familias, en Cornellà, son alimentadas desde
la Botiga Solidaria; las medias becas de comedor se han acabado para algunos y
nos hemos de espabilar para que puedan comer. Los servicios sociales tanto
municipales como de Càritas están colapsados; personas y familias que en
principio parecía impensable están pidiendo ayuda. En nuestro ámbito más que
“brotes verdes”, vemos socavones negros. Vivimos en el engaño y la mentira. La
solidaridad es inmensa y ha de continuar; pero no hemos de olvidar la defensa
de derechos sociales, (conquistados con tanto esfuerzo, luchas y sangre) y la
justicia. Sobre todo, los cristianos, no hemos de olvidar la persona que es
hermana e hija de Dios. La persona, templo del Espíritu Santo, ha sido
marginada por el ídolo dinero, beneficio que ha impuesto su liturgia: mentira,
oscuridad, especulación, enriquecimiento, utilización de las persona mientras
me sirve para conseguir algo y abandono como obsoleta cuando ya no sirve, paro,
etc). Alegrémonos que la ciudadanía salga a reivindicar y sea exigente.
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